La idea de escribir este artículo nos surgió después de parar en una gasolinera de una famosa multinacional española,y encontrar, sobre el surtidor de gasolina, publicidad ensalzando las cualidades de diferentes productos de alimentación que se encontraban a la venta en el interior.
Perplejos nos quedamos, no sólo por el precio de la gasolina, sino porque el anunciante afirmaba que la miel de gran calidad que nos ofrecía, tenía entre otras cualidades, que «había sido recolectada a mano».
Pues vaya novedad, afirmar que el apicultor acude a la colmena y saca con sus manitas los cuadros con miel. Yo también habría incluído la frase «recogida en colmenas de abejas por personal especializado que suele llevar buzo y guantes para su protección personal», y me quedo tan ancho. Y a vender.
La segunda sorpresa que recuerdo, en un tarro de miel expuesto en el escaparate de una tienda, es la mención «Miel libre de colesterol«, con letras bien grandes y en amarillo.
La verdad es que no miente, pero lleva en nuestra opinión un comentario que sobra , destacando ciertas características, que de de extenderse, provocarían la misma mención en la botellas de agua envasada, que también están libres de colesterol. ¿Realmente es necesario?
Y una tercera afirmación, y que nos pareció también muy imaginativa, es afirmar en el etiquetado del envase, «miel procedente de plantas medicinales».
Pues será verdad, pero la frasecita se coloca para inducir en el consumidor la idea de que la miel cura, como las medicinas, algo, que sin entrar en la polémica de si es cierto o no, todavía no está autorizado por la ley.
Y sobre lo de, miel 100% natural, que podemos ver en muchos cosméticos, no diremos nada…
Finalmente, desde mieladictos proponemos esta etiqueta para la miel XXL, que sin duda hará multiplicar las ventas y provocará que nos quiten este dulce producto de nuestras manos.