Debemos reconocer que nuestro personaje favorito ha sido siempre la abeja Maya. Este osito de peluche, no ha conseguido despertar el mismo interés, a pesar de contar con el respaldo de los estudios Disney y varias películas, la primera de 1966, «Winnie the Pooh en el árbol de la miel».
El primer libro con el título «Winnie-the- Pooh» fue publicado en 1926, siendo su autor Alan A. Milne, e ilustrado por E.H.Shephard. Una curiosa historia está detrás. Existió un oso de verdad, comprado por un militar británico en Canadá, y donado por éste al zoo de Londres. Allí le visitaba frecuentemente el hijo del autor, y de ahí surgió la idea y el personaje. El nombre del oso era Winnie, por el estado canadiense de procedencia, Winnipeg.
Winnie vive en el Bosque de los cien acres, en el que se encuentra el árbol de las abejas y las casas de sus amigos Tigger, Piglet, el conejo, Igor, Cangu y Rito, el niño Christopher Robin, el búho y la suya propia. Se pasa el día soñando con miel, su manjar favorito, como buen oso que es. En sus libros nos demuestra que es un auténtico mieladicto, encontrando frases como «necesitaba ejercitar su apetito para hacer lo que los osos como él hacen mejor: ¡comer miel!» o «el osito sabía que sólo existía una razón por la que las abejas hacían miel: ¡para que él pudiera comerla!».
Lugares destacados para los seguidores de Winnie the Pooh, son el paseo de la fama de Hollywood, donde Winnie tiene una estrella, la biblioteca del Trinity College, a la cual el autor donó los manuscritos de los primeros libros, y la editorial norteamericana donde están los peluches originales del hijo del autor. También existen calles con su nombre en Polonia y Hungría.
La venta de los derechos por el autor Alan A. Milne a Stephan Slesinger para la explotación en televisión, cine, grabaciones y todo tipo de objetos fue de los primeros en producirse en la historia de esta este tipo de comercio.
Walt Disney los adquirió a su vez a la familia Slesinger en 1961, generando para su empresa una gran cantidad de ingresos mediante la explotación de Winnie the Pooh, comparables a los que generan Mickey Mouse y su novia, el Pato Donal, Goofy y Pluto.
Esto explica las largas disputas judiciales de Walt Disney con los herederos del Sr. Slesinger por los royalties del famoso oso.
Ah, y lo que no podemos perdonar a Winnie, es que en su lista de recetas, para hacer sus tortitas y galletas, sustituya la miel por azúcar. Imperdonable para los asesores de Winnie. Recetas Winnie the Pooh.
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