A raíz de nuestra conversación con Víctor sobre su hidromiel, que comercializa con la marca «Aguijonazos», aprendemos que esta bebida de agua mezclada con miel o hidromiel, como lo define el diccionario, es una palabra masculina en español, y no femenina, como podemos pensar por influjo de la palabra miel.
Víctor nos cuenta con pasión todas las «recetas» o fórmulas con las que han ensayado diferentes tipos de hidromieles, y así entendemos el significado de los números, 15 o 17, que aparecen en la cuidada etiqueta que acompaña a su hidromiel.
Y también hay otra cosa en esta hidromiel que merece ser destacada: Víctor es apicultor, y su hidromiel se realiza con su propia miel de girasol comercializada con la marca Zumbando.
Y ahora dejamos que Víctor nos comente las características de su hidromiel «Aguijonazos»
Características técnicas y sensoriales de la hidromiel Aguijonazos
Es un hidromiel seco, en el que el azúcar del mosto de miel se transforma en alcohol en la fermentación, por lo que no es una bebida dulce como podría pensarse por ser un hidromiel.
Gasificado de forma natural en segunda fermentación en botella. Con una burbuja fina, más parecida a la de los vinos espumosos y sidras que a la de la cerveza.
Aromatizada con lúpulo, y por ello dentro de la categoría de los hidromieles Metgelin. Cada una de las variedades está aromatizada con un lúpulo distinto obteniendo toques distintos en cada variedad. 15 Aguijonazos tiene aromas florales y 17 Aguijonazos tiene aroma a cítricos.
El amargor y alcohol de ambos hidromieles están equilibrados por lo que es una bebida de trago fácil, sin sensación de amargor como la cerveza, ni de alcohol, como en el caso del vino.
Cómo hacer un pedido de hidromiel Aguijonazos
Para probar los Hidromieles Aguijonazos, la mejor opción es ponerse en contacto con ellos en su página de Facebook, y os informarán del punto de venta más cercano.
https://www.facebook.com/Mielzumbando/
Cajas de 12 unidades. Botella de 33 cl.
Cuándo se toma el hidromiel de Aguijonazos
Consumir preferentemente a 10ºC, en copa de vino, y sin añadir el poso de levadura de la botella.
Siempre que sea posible, conservar por debajo de 15ºC, para que se mantengan todas las cualidades del hidromiel.
Historia del hidromiel
Cansados de que nos cuenten una historia del hidromiel basada en su aparición en series de éxito como Juego de Tronos o Vikingos, preferimos revisar lo que ha investigado Eva Crane, la mujer que ha sido siempre referencia en lo relacionado con las abejas y los productos de la colmena.
«El hidromiel es una de las bebidas fermentadas más longevas de la humanidad. Buena prueba de ello es el número de idiomas que incluyen esta palabra, lo que nos indica su amplia distribución entre las antiguas civilizaciones».
En la cultura china, se utiliza la palabra michiu para el hidromiel, y se sabe que era ofrecida hace 3000 años por los habitantes del medio rural a los soldados y viajeros que estaban de paso por sus tierras. Aunque su fama no se podía comparar con las bebidas con alcohol basadas en el arroz, gozó de renombre en ciertas regiones del interior de China.
Es razonable suponer que el hidromiel fuera popular en aquellas zonas del mundo donde abundaba la miel o donde se comerciaba con ella, y que se produjera por primera vez de manera natural cuando la temperatura veraniega alcanzaba temperaturas por encima de 28ºC a 30ºC.
En los países europeos el vino y la cerveza reemplazaron al hidromiel en zonas con viñedos o cereales.
Comentando con Víctor, el imperio romano utilizó el vino y la cerveza como «bebidas oficiales del imperio, la bebida que tomarían todos los que quisieran ser considerados nuevos ciudadanos romanos».
¿Cuándo empezó a decaer el consumo y la cultura del hidromiel?
Según esta investigadora, la importancia del hidromiel no decayó definitivamente hasta la introducción generalizada del sistema de centrifugación de cuadros, en 1865.
Estos extractores retiran la miel de los cuadros de cera de una manera tan efectiva, que poca miel queda alojada en las celdillas del panal.
Hasta la llegada de estos «artefactos», la miel se extraía mediante compresión de la cera y miel en panal, y como su eficiencia no era tan grande, al sobrante se le añadía agua para ser convertido en hidromiel. ¡No era cuestión de tirarlo!
Tampoco está de acuerdo Eva Crane con la afirmación sobre que el declive del hidromiel fue anterior a la existencia de documentos escritos: tanto en el Beowulf (poema épico anglosajón, 800 años a.d.C) aparece citado y en la mitología germana se hace referencia a sus propiedades mágicas.
Continuando con escritos antiguos, en el Edda (colección de historias de la mitología nórdica, alrededor del año 1240 d.d.C) hay una leyenda de cómo Odin obtuvo un trago de hidromiel mágico después de hacer el amor a Gunnloth, la hija del gigante Suttung, encargado de guardar el hidromiel.
En la antigua civilización griega, se hace referencia a «esos tiempos cuándo el vino todavía no era conocido», y a las borracheras, que sólo procedían del hidromiel.
Tanto los griegos como los romanos conocieron dos bebidas con miel. Una conocida como hydromelum o aqua-mulsa, parecida al hidromiel actual.
Y la otra bebida con miel, melitites o vinum-mulsum, definida de varias maneras:
a) vino mezclado con hidromiel,
b) mosto o vino hervido con miel y luego fermentado, o
c) simplemente vino endulzado con miel.
Y por si todo lo anterior no fueran suficiente, el río Medway en Kent (Reino Unido), deriva de la palabra hidromiel en inglés, mead.
¿No tiene el hidromiel una bonita y larga historia para animarse a probar?
Otros artículos de mieladictos que te pueden interesar:
Deja una respuesta