Desde el año 2015 Arlette y sus colaboradores luchan por el reconocimiento de los apicultores y mieles mexicanas, a través de un proyecto colaborativo muy ambicioso llamado A de Abeja, que incluye desde la mejora de la salud de las abejas al apoyo de los pequeños apicultores y sus maravillosas mieles.
Le pedimos a Arlette que nos ayude a entender mejor esta iniciativa, para que pueda ser de utilidad a otras «mentes inquietas».
-¿Cómo sabéis si un apicultor «encaja» en vuestro proyecto? ¿Qué os pide él y cuáles son los mínimos a cumplir por su parte?
El primer requisito para encajar en nuestro proyecto es ser buena persona, tanto con las abejas, con el medio ambiente y con la sociedad; tenemos la fortuna de conocer personalmente a todos los apicultores con quienes colaboramos y algo que los identifica es tener un gran corazón.
Nuestra búsqueda de mieles y de apicultores se da de forma natural, a cualquier lugar del país a dónde vamos probamos miel y buscamos productores que sepan el origen botánico de sus mieles, esto nos permite asegurar las cualidades florales y también estar seguros que no hay pesticidas alrededor de las colmenas; les pedimos también que sus procesos de extracción sean en frío.
Lo que nosotros ofrecemos es un pago justo por su producto, y el crédito por su trabajo en nuestras etiquetas.
-Cómo pueden ser adquiridas estas mieles. ¿También fuera de México?
Por el momento únicamente se pueden conseguir en México, nuestro objetivo principal no es exportar, sino trabajar para que los mexicanos revaloricemos el gran tesoro que nos dan las abejas.
Tenemos algunos puntos de venta en la CDMX, en Guanajuato y en Tulum, y estamos próximos a reinagurar nuestra tienda online.
-¿Tenéis previsto incluir proyectos con la abeja melipona?
Si, aun no tengo claro en cuánto tiempo, pues esta miel tan especial requiere otro tipo de tratamiento, ya que tiende a fermentar y su sabor es muy peculiar; por ello necesitamos construir una nueva narrativa que nos permita hablar de las abejas y su importancia en las comunidades que las cuidan y las particularidades botánicas.
-En Enero 2017 comenzasteis a colaborar y recaudar fondos para instalar un taller de apicultura en el Centro de Reintegración Social para Adolescentes La Quinta del Bosque. ¿Cómo va esta iniciativa?
En 2017 colaboramos con Vinculando Esfuerzos y Reinserta para recaudar fondos por medio de catas de miel y mezcal para instalar un jardín comunitario y un taller de apicultura dentro de la Quinta del Bosque, un centro de reinserción social en el Estado de México.
Este proyecto nos llena el corazón, pues estos chicos encuentran en las abejas no solo un oficio, sino también un respiro de libertad para transformar sus vidas.
Hoy los chicos siguen cuidando las dos colmenas y utilizando la miel para el consumo dentro de la comunidad.
-Después de estos años de trabajo, ¿cuáles han sido vuestras mayores alegrías hasta ahora? ¿Y decepciones?
Una de mis mayores alegrías es construir este proyecto basado en la cercanía con los apicultores, quienes dan amor y vida a manos llenas, me encanta pensar que las abejas transforman vidas y por ello los apicultores son buenas personas.
Otra gran alegría es poder colaborar con diferentes disciplinas para transformar la percepción de la miel en México.
Hasta ahora no he tenido grandes decepciones, solo muchos retos que poco a poco vamos transformando en aprendizajes.
-¿Qué tipo apoyo necesitaríais para cumplir la mayor parte de vuestros sueños? ¿Cómo se puede colaborar con vuestro proyecto?
Dado que mi formación no está ligada a la apicultura, ni a la ciencia, ni a los negocios, creo que el mayor apoyo que busco es formativo; afortunadamente siempre ha habido libros, artículos y personas que me señalan mejores rutas para repensar A de abeja.
Se puede colaborar de muchas formas con A de abeja, si tienes algo en mente puedes escribirnos un email a hola@adeabeja.com para construir alguna alianza
-¿Hasta dónde llegará A de Abeja?
¡Qué difícil pregunta! Me encantaría que A de abeja logre transformar la percepción de la miel y revalorar el papel del apicultor en México.
Mieles y apicultores con los que trabaja A de Abeja
Cuando además de saborear una miel estupenda, conoces de qué estado procede y quién es la persona que se ha encargado de «cuidar» de esa miel y de sus abejas, una sensación especial recorre tu cuerpo.
Habría que buscar una palabra para definir este estado emocional.
Para los mieladictos ha sido un placer descubrir en la página web de A de Abeja la diversidad y riqueza de las mieles mexicanas, sin olvidarse del nombre de los apicultores que junto con las abejas y el territorio lo hacen posible, y que seguro que seguirá aumentando en número.
Miel de Dzidzilché, del apicultor José Manuel Gonzalez y producida en el Yucatán. Una miel que me cuesta mucho pronunciar su nombre, pero que cuando la pruebas recompensa todos los esfuerzos. De las flores del arbusto Gymnopodium floribundum Rolfe.
Miel de árboles frutales, del apicultor de Veracruz Alonso Lima. Muchas notas frutales contenidas en este tarro de miel.
Miel de naranjo o azahar, del apicultor de Veracruz Alonso Lima. Sus abejas ayudan a la polinización de las flores de naranjo, y nos podemos llevar a casa parte de sus aromas.
Miel de jabín, del apicultor de Yucatán José Manuel González. Todo un lujo para las abejas los 4 meses de floración que proporciona este árbol. Una miel suave.
Miel de mezquite, de Pedro Pablo Sifuentes en Coahuila. La textura de esta miel la convierte en una de las más conocidas y apreciadas en México (y fuera de sus fronteras).
Miel de olín, cosechada en Hidalgo por el apicultor Efrain Méndez. Otra miel suave procedente de las flores del arbusto Guazuma ulmifolia que no hay que perderse.
Miel de gatuño, de Laura María Quiñones producida en Chihuahua. Hablamos de una miel oscuro y fuerte sabor.
Miel de maguey manila, por Pedro Pablo Sifuente en Coahuila. Tiene que ser un espectáculo ver recoger a las abejas el néctar de esta flor. De las mieles que no se olvidan cuando la pruebas.
Miel de chaca, de Jorge García Pimentel en Puebla. Miel poblana, fresca y suave.
Miel de bosque de niebla, del apicultor Ramiro José Sánchez en Oaxaca. Con ese nombre tan bonito, ¿quién se resiste a probarla?
Miel de mangle, de Alonso Lima, en Veracruz. Unas abejas y una miel que colaboran en el mantenimiento de estos ecosistemas tan necesarios.
Miel de quelite, del apicultor Pedro Pablo Sifuentes, en el estado de Coahuila, con notas ahumadas.
Miel de jonote, de Jorge García Pimentel, en Puebla. Otro árbol amigo de las abejas, el jonote, que proporciona un néctar suave y delicado.
Miel de aceitilla, de Pedro Pablo Sifuentes, en el estado de Durango. Una pequeña planta silvestre, la Bidens alba, es la que logra esta miel.
Miel de bosque, de Gladys Aragón, estado de México. Los oscuros mielatos y otras flores reunidas en este tarro de miel oscura.
Miel de acahual, de Gladys Aragón, estado de Morelos. Una miel suave, que tiene sus seguidores.
Miel de aguacate, de Chuy Gutierrez, estado de Michoacán. Otra miel con personalidad, origen México.
Miel de Santa Catarina, de Alonso Lima, en Veracruz. Con ese nombre, no hay quien se resista a probarla.
Miel de Chinampa, de Don Lauro River, de Ciudad de México. Una miel con una fabulosa diversidad.
Miel Quinta del Bosque, de Don Jesús, estado de México. Una miel de lo más completo, con mucho trabajo y buenas intenciones dentro del tarro.
Un proyecto, el de adeabeja, que nos gustaría que durara muchos años, lograra muchos de sus objetivos y sirva de inspiración a otras personas en otros países del mundo.
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Virginia
Me gustaría ser apicultora, que es necesario saber para ser una buena apicultora? y donde puedo poner mis avenidas? Soy de Veracruz puerto
Alberto
Hola Virginia, lo primero que tienes que hacer si quieres convertirte en una buena apicultora es contactar con la asociación de apicultores más cercana, y empezar con un curso de apicultura, para aprender lo básico desde el principio. Suerte y saludos desde España
Victoria Regalado
Maya miel es mi marca y mi nombre Victoria, hace 4 días cosechamos miel de melipona y de cefalotrigona vivo en Quintana Roo es un proyecto hermoso. Estoy aprendiendo. Estoy tomando cursos.
Gracias y saludos
Alberto
Hola Victoria, muchas gracias por contarnos tu proyecto. Estaríamos encantados si quisieras contarnos más cosas en forma de artículo. Las meliponas y cefalotrigonas son todavía muy poco conocidas. Quedamos a la espera de que nos digas si te animas.