Cuando Alberto me contactó y me contó para qué quería al Laboratorio de Caperucita, me pareció un gran reto. Quería una imagen profesional para su blog, pero parecía tener bastante claro que los dibujitos de abejas (que parecen avispas), de panales o las gotas de miel cayendo no era lo que buscaba. Lo cual limita bastante, no creas. 🙂
El proceso de creación de este logo fue más o menos así.
Lo primero que hice, fue tomarme una buena cucharada de miel (era de Tiermes, no de Bogajo, pero bueno…). Y seguido me puse a pensar en la miel, en las abejas, en su alucinante forma de trabajar, en la perfección de lo que hacen, en la variedad de productos de los que nos aprovechamos… Pensé en los beneficios para nuestra salud, pensé en los diferentes colores de la miel… Y ahí la inspiración hizo su aparición.
– ¿Por qué hay diferentes colores y sabores?
– Porque toman el polen de diferentes flores.
– Ahhh, flores…
Y pensé cuánto valor damos al trabajo y qué poco a la materia prima (pensaba a nivel gráfico). Después de otra cucharada de miel, decidí empezar a probar qué se podía hacer con flores y miel.
Bueno, después de mucha vueltas ( que tampoco tiene sentido que os cuente), me decanté por una imagen que hablara de esa idea, la variedad del producto, gracias a la variedad de la materia prima. Luego, búsqueda intensa de imágenes, tipografías, flores preferidas de las abejas…(me quedé con las flores de azahar, brezo, girasol y espliego).
Con cucharas con solera; colores y texturas sugerentes; flores escogidas, fusionadas con la propia miel y ese aspecto nacarado, conseguí justo lo que buscaba: un resultado que habla de tradición, de un producto que es de todos, de su origen y de su valor. La tipografía fue escogida, por ser como un vuelo de abeja, de aquí para allá pero con el objetivo muy claro. Y sobre los colores…no hay duda, ¿no?
Bueno, pues se lo enseñé a Alberto y me dijo: ¡ Nos encanta!!! Y yo, más encantada todavía. :)))
Ha sido un placer trabajar para Mieladictos. Gracias por la oportunidad.
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