Los sellos, muchos de los cuales fueron estampados sobre cera de abeja, servían para garantizar la confidencialidad y autenticidad de un mensaje o documento.
Su uso se generalizó a partir del siglo XII siendo del siglo XIV al XIX cuando fueron más utilizados, hasta la llegada de los sellos engomados (los actuales) en la Inglaterra de 1840.
Y se llama sigilografía a la rama encargada del estudio de los sellos empleados para autorizar documentos, cerrar pliegos, etc.
Principales características de estos sellos con cera de abejas
Llevan una leyenda siempre en latín, para saber a quién pertenecen, posible origen de los escudos de armas.
Dependiendo del grado de importancia, el sello va colgando del documento en los casos más importantes, y van sobre el documento, con menor espesor y tamaño, si es de poca relevancia.
Se solía proteger el sello plegando los bordes de cera o colocando un papel sobre él.
Para estampar el sello (anillo signatario o sello de cuño), la cera de abeja es la materia prima más utilizada en los sellos medievales, especialmente durante el siglo XV.
Sus diferentes colores vienen determinados por la variedad de los pigmentos utilizados, mientras que las diferencias físicas se deben a la adición de otros componentes como resinas y aceites naturales que se añaden con el propósito de endurecer la cera.
Para distinguirse, cada monarca utilizó unos colores diferentes en la cera.
Por ejemplo, los emperadores de oriente y Alemania eligieron cera roja, los españoles roja o blanca, los franceses el color verde. Y los cardenales, cera encarnada.
A partir del siglo XVII se emplea más el lacre, obtenido al mezclar cera con arcilla y carnauba que es una especie de palmera alta de cuyas hojas se extrae una cera excelente.
En el XVIII se utiliza la oblea en vez de la cera, por su composición menos grasa. La mayoría de lo sellos reales eran cuadrados.
Otros materiales utilizados fueron el plomo, oro, plata, cera, lacre, oblea…hasta acabar con los sellos de tinta actuales.
De oro era un sello de Felipe II que hoy se encuentra en el Vaticano.
Cuidado a tener en cuenta con los sellos de cera de abeja
Los sellos de cera virgen son los más delicados, porque tienden a deshidratarse y desmenuzarse.
Los sellos de plomo, sufren un proceso de degradación llamado carbonatación, que conduce a su lenta desintegración.
Otra buena utilización de los productos de las abejas, que llevan muchos años formando parte de la vida de muchas personas.
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