Cuando se comienza con el aprendizaje de la ortografía en las escuelas de Tailandia, la palabra abeja, «phor pheung», (ผึ้ง), es siempre utilizada para mostrar uno de los tres tipos de P que tiene este idioma, y como resultado, un dibujo de una abeja se encuentra presente en posters y tablas.
No es mal comienzo para este artículo, que quiere dar a conocer nuestra percepción de la presencia de la cultura de la abeja en este país asiático.
Otros productos como cera de abeja, própolis o jalea real están presentes, estos dos últimos enfocados a la exportación.
Mieles de Tailandia
Nos ha llamado la atención sus mieles monoflorales, como la del frutal tropical rambután (Nephelium lappaceum ), sésamo (Sesamum indicum) y longan (Dimocarpus longan).
También están presentes las mieles de bosque, girasol, miel de flores, así como una mezcla de miel con Ginseng.
Entre Febrero y Marzo se produce la floración del longan, en Abril y Mayo la del sésamo y la flor de Rambután desde Marzo.
Los envases de la miel van desde las botellas de alcohol reutilizadas para envasar la miel, hasta formatos más elegantes.
La miel casi casi siempre en estado líquido motivado por las altas temperaturas.
En todos los envases se destaca la frase «pure honey».
El precio de venta directa de la miel por el apicultor está por debajo de los 2€ por kilogramo (70 bath), siendo algo más elevado en los puestos de mercado locales.
Otros productos apícolas en Tailandia
El polen sólo se encuentra en grandes centros comerciales y alguna tienda especializada en productos apícolas, de lo que deducimos que su consumo no está extendido entre los habitantes de Tailandia.
Los principales países que producen jalea real a escala comercial son la China, Taiwán y Tailandia.
El principal mercado para la jalea real es el Japón, aunque otros países industrializados también adquieren jalea.
Nos ha sorprendido lo que gusta en este país la foto del apicultor con una barba de abejas.
Pero lo que sí aparece en algún puesto de los abundantes mercados de calle tailandeses son los panales con cría de zángano, para uso gastronómico y medicinal. Desde luego una buena fuente de proteínas para el cuerpo.
El dulce en la cocina Thai
Está presente en forma de azúcar de palma y de coco, añadiéndose a platos salados para realzar los sabores de especias y hierbas.
Otros endulzantes, son la salsa de soja negra dulce, el ajo dulce en vinagre y el sirope de arroz, y como no, la miel. El kluay ping, son plátanos bañados en miel.
Libros muy recomendados:
– «Very Thai», de Philip Cornwel.
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