Abejas y mieles tóxicas en las guerras. Lo que hay que saber. Son dos los elementos que pueden convertir a las abejas en un arma peligrosa a disposición de algún ejército: el veneno de sus picaduras y ciertas toxinas presentes en algunas mieles, que provocan efectos indeseados en las personas.
Papel de las abejas en los enfrentamientos bélicos
Como señala Bee Wilson, nuestra autora favorita en temas de abejas, las colmenas han sido utilizadas en los diferentes conflictos humanos tanto como arma de ataque como de defensa.
Colmenas lanzadas con catapultas
Esta fueron los romanos los que utilizaron a las abejas. No tuvieron los romanos una idea mejor que catapultar colmenas hacia las fortificaciones enemigas para crear pánico cuando realizaban un asedio.
También el rey Ricardo I de Inglaterra es recordado por haber utilizado colmenas de abejas colocadas sobre una catapulta que lanzó como si fueran bombas contra los sarracenos durante la Tercera Cruzada en el siglo XII.
Probablemente funcionó. No sabemos lo que pensaban las abejas.
Colmenas arrojados por los defensores de la muralla contra las tropas atacantes
Dos ejemplo, que probablemente no fueron los únicos que hubo.
Año 908 de nuestra era, invadiendo los daneses la murallas de la ciudad de Chester (Inglaterra), los defensores de la ciudad arrojaron cestos llenos de abejas a sus atacantes, provocando su retirada.
Y aún hay más, en la primera cruzada (1096-1099), los defensores musulmanes de Marra, cerca de Antioquía, acabaron con el asedio que sufrían lanzando colmenas a sus atacantes.
Abejas para aterrar a los caballos de los ejércitos
En la guerra de los Treinta Años (1618-1648), se demostró que uniendo varias colmenas con un alambre, daban un resultado estupendo para poner nerviosas a las caballerías y a sus caballeros, cuando estos eran picados por las abejas.
Abejas furiosas en la guerra civil americana
Batalla de Antietam, 1862, la más sangrienta de la historia americana.
Los confederados dispararon sobre un colmenar en la granja Roulette cuando avanzaban los soldados de la Unión, provocando un gran desconcierto. 700 soldados enterrados en la granja dan prueba de ello.
Resistir en una guerra contando con la ayuda de las abejas
Batalla de Tanga o «Guerra de las abejas», Tanzania (1914). El África oriental alemana, gobernada por el coronel Paul Emil von Lettow-Vorbeck fue la última colonia alemana en resistir durante la I Guerra Mundial.
El 4 de noviembre de 1914 un contingente inglés desembarcó cerca de Tanga, un pueblecito perdido entre marismas palúdicas, para conquistar la colonia alemana. Las tropas alemanas estaban en desventaja, pero se ayudaban con ‘áskaris’ de la tribu ‘wahehe’, sus tropas coloniales. Iniciado el tiroteo, de pronto, una nube negra brotó de los pantanos y un gigantesco enjambre de abejas irritadas se ensañó con el ejército inglés, especialmente con los indios (no se sabe si por el color o por el olor). Los exasperados indios abandonaron las armas y huyeron despavoridos. Muchos se ahogaron en los pantanos, otros cayeron en las manos nada misericordiosas de los ‘áskaris’. La operación británica resultó un fracaso y dejó en manos de los alemanes toneladas de armas y munición con los que Von Lettow resistiría hasta el final de la guerra.
En la prensa inglesa apareció la noticia de que los alemanes, habían adiestrado abejas para lanzarlas contra las tropas británicas. Preguntados los apicultores británicos sobre la posibilidad de lograr los mismos resultados con la abeja inglesa respondieron negativamente: la abeja inglesa es ferozmente independiente, virtud que comparte con los pobladores humanos de las islas. La abeja inglesa nunca se dejaría manipular para intervenir en asuntos ajenos. (Fuente: Diario El Mundo)
En otra batalla, la de Isandlwana (1879), donde el ejército zulú derrotó a los casacas rojas del imperio británico, aunque no se utilizaron abejas, un oficial inglés describió el sonido en la distancia de miles de zulúes encolerizados como algo parecido «al de un enjambre de abejas enfurecidas».
Batallas navales con presencia de abejas
También hay relatos de su utilización en batallas navales, como la que tuvo lugar en el Mediterráneo, cuando la tripulación de un buque corsario de alrededor de cincuenta hombres, abordaron y capturaron a una nave mucho más grande tripulado por 500 soldados, utilizando colmenas que arrojaron sobre los mástiles y velas de la nave a invadir.
Abejas en la guerra de Vietnam
En la guerra del Vietnam, el Vietcom utilizó colmenas pobladas por la abeja local Apis dorsata contra los estadounidenses.
El rol de la miel, utilización de ciertas toxinas de flores
No son pocas las referencias encontradas sobre mieles con cierta toxicidad, utilizada como herramienta para vencer al enemigo.
Miel tóxica en la Grecia Antigua
La noticia conocida más antigua procede de Jenofonte de Atenas (401 a.C.), general de la Grecia Antigua, describiendo la retirada de los Diez Mil, en la que 10 000 soldados griegos que retrocedían de Asia menor enfermaron en la Cólquida después de haber tomado miel.
Así lo describe el general:
“Nada podía allí despertar asombro, si no fuese la presencia de un gran número de colmenas y el hecho de que todos los soldados que habían ingerido miel de panal perdiesen el conocimiento, fuesen atacados por vómitos y diarrea, y no pudieran mantenerse en pie. Los que habían probado una pequeña cantidad de miel parecían embriagados y los que habían ingerido más, parecían atacados por la locura y algunos hasta agonizaban.El número de enfermos era tan grande como si hubiesen sufrido una derrota, causando esto un gran desaliento en los hombres. Mas al día siguiente nadie había muerto y los soldados recobraron todos su ánimo a la hora en que, en vísperas, habían tomado la miel. Al tercer o cuarto día estaban de pie, aunque parecía que habían tomado fármacos”.
Miel tóxica en el Imperio Romano
Otra noticia relacionada con el uso de la miel, se documenta en el año 67 a.C. , cuando soldados de los ejércitos romanos recibieron como obsequio de la población local de Trebisonda (Turquía), miel obtenida de la floración de Rhododendron ponticum. El ejército del ponto Mitriades VI aprovechó la enfermedad causada por la miel en las legiones romanas para atacar con éxito a varios destacamentos.
También la hidromiel sirve para derrotar ejércitos
Y hasta hemos encontrado aplicaciones guerreras del hidromiel, año 1489, 10 000 tártaros fueron «despachados» por los rusos después de «obsequiarlos» con la bebida alcohólica procedente de la fermentación de la miel.
Abejas furiosas en las películas de Robin Hood
Y si alguien quiere ver en una película el devastador efecto causado por las abejas furiosas, recomendamos la película «Robin Hood» de Ridley Scott (2010), la escena donde un fraile «armado» con dos colmenas de mimbre repletas de abejas penetra en una habitación cerrada y sin salida y lanza las colmenas contra los soldados enemigos.
No da tiempo a contar las picaduras que les caen a los soldados, pero no nos gustaría ponernos en su lugar.
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