La danza es una forma de expresar y transmitir a otros pensamientos, sentimientos, ideas, deseos, emociones…
Tanto las abejas como los humanos utilizan la danza para narrar una historia.
Sobre la danza o baile de las abejas
Mucho se sabe de la danza o baile de las abejas, desde que el nobel austriaco Karl von Frisch, allá por el año 1944, nos confirmó que las abejas de la miel, al regresar a la colmena, comunicaban a sus compañeras la localización de los campos ricos en flores con néctar que habían encontrado, utilizando un lenguaje corporal consistente en un curioso baile, que realizaban fuera o dentro de la colmena, en posición horizontal en la piquera o en vertical en los panales del interior.
El baile era circular si la fuente de néctar se encontraba para distancias inferiores a 50 metros y en forma de 8 para distancias superiores.
Si es en forma de 8, también indicarán las abejas la dirección, no sólo la distancia.
Con la miel que regurgitan a sus compañeras, percibirán el aroma exacto de la flor indicada en el baile por sus compañeras.
Conocido lo anterior por los humanos, sólo faltaba incorporarlo al arte.
Y han sido la danza contemporánea y la moderna las que han creado un sinfín de obras inspirándose en el mundo de las abejas.
Obras inspiradas en la vida de las abejas
La vida de la abeja (Life of the bee), coreografía de Doris Humphrey (1895-1958)
Después de una carrera como bailarina y coreógrafa, trabajó en la compañía Humpfrey- Weidmann y luego en la de José Limón, donde trabajó como director-artístico.
Influenciada por el libro de Maurice Maeterlinck (1929), esta obra representa la actividad de una colmena y la selección de una nueva reina, dando un enfoque dramático para la danza, con la lucha por vencer entre las nuevas reinas y la vieja.
Doris fue seducida por la organización social de las abejas, convencida de que la cooperación perfecta es en interés de la supervivencia del grupo.
«La vida de la abeja» presentó bailarines que se deslizaban por el escenario, las rodillas y los codos en jarras; las abejas obreras, zumbando con ansiedad alrededor de la reina aún no nacida, calientan la cera con sus alas para facilitar su salida de la celda, culminando la pieza con el asesinato de una «abeja reina» por otra joven rival en un duelo a muerte.
El beso de la abeja (the Kiss of the bee)
Producción de danza-teatro, creada por un equipo muy amplio, que combina danza contemporánea, flamenco y danzas de la región amazónica de Brasil y Colombia.
El resultado es una obra en la que interaccionan los bailarines que imitan a las abejas.
A través del trabajo coreográfico se representa la comunión entre las abejas y los seres humanos, con música en vivo y danza-teatro en movimiento.
Beehave (2014)
Más danza teatro. Coreografiada por Antonia Katrandjieva y Valentina Priolo. Se promociona como un ritual contemporáneo para honrar a las abejas por parte de la «Overground Physical Theatre Company.»
El trabajo interdisciplinario explora cómo el comportamiento de las abejas de miel – su danza emblemática, su visión compuesta, junto con la inteligencia del enjambre y la capacidad para funcionar de forma sinérgica nos pueden guiar a las personas en la toma de decisiones alineadas con nuestro propósito interno y en las necesidades colectivas del nuestro planeta.
Una historia de analogías entre seres humanos y abejas, que iluminan con su sabiduría a las células cerebrales de 4 habitantes urbanos que están a punto de nacer y adoptarán su rol en la vida.
El cerebro humano y sus neuronas se comportan como un enjambre de abejas.
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