Miel de viborera o chupamieles es otra miel clásica de la primavera en España y Portugal.
Dicen que la forma de percibir el color de sus flores por las abejas, así como la abundancia de su polen y néctar, son los principales motivos para que las abejas y muchos otros insectos polinizadores visiten con locura la flor este planta.
El Echium vulgare, que es el nombre científico de la planta, pertenece a la familia de las Boragináceas, y es conocido con diferentes nombres comunes: viborera, chupamieles, viperina, lengua de buey, buglosa o vivorera morada. Tiene la peculiaridad esta planta de planta crecer sin elevarse el primero año, y el segundo se eleva.
Para los que busquen información en inglés sobre esta miel, es nombrada como Viper’s bugloss honey.
Características sensoriales de la miel de viborera o chupamieles
La miel de viborera o chupamieles es una miel de color claro tendente al amarillo con presencia de cristales muy finos y uniformes.
Cuando abrimos el tarro, un suave aroma floral entrará por nuestra nariz. Color ámbar claro.
De cristalización lenta por su alto contenido en fructosa, tiene un gusto dulce y sensación de sabor graso, como si hubieras comido un queso Roquefort.
Mieles de viborera o Echium recomendadas Cata Mieladictos 2018
Cada año catamos las mejores mieles de viborera que nos envían los apicultores de España y Portugal.
Miel de viborera. 80 puntos. MUY BUENA. Origen: comarca de la Jara (Toledo). Aromas vegetales, caramelo. Apicultor: David Muñoz Sánchez. Teléfono contacto 661082989. Correo electrónico: d.rubio17@
Dónde se encuentra la planta de viborera o chupamieles
Abunda en los bordes de los campos de labor y le gustan los terrenos áridos y estériles. Prefiere el sol a la sombra.
Su floración tiene lugar de abril a julio, dependiendo de la zona, ofreciendo sus flores un color algo variable, pues, además de purpúreas, pueden ser azul pálido, rosa azulado o blancas.
En algunos jardines de la ciudad nos la podemos encontrar, tratándose de otras especies parecidas del mismo género.
La Echium plantagineum también aparece en el campo, y sabe ser apreciada por las abejas.
Zonas de producción de la miel de viborera o chupamieles
Castilla y León, Madrid, Galicia, Extremadura, Cataluña y Castilla La Mancha y en casi todo Portugal, donde se conoce como lingoa de vaca.
Y en el resto del mundo, Sicilia, Cerdeña, Nueva Zelanda, Marruecos, Turquía y Chile son conocedores de este tipo de miel.
Porcentaje de polen de Echium en la miel de viborera
Las flores del género Echium producen grandes cantidades de un polen azul brillante.
En el libro Mieles Españolas, de Concepción Sáinz y Carmen Gómez aparece el dato de un 40% a 45% del porcentaje total de polen, para que junto al análisis físico químico y sensorial pueda ser considerada miel monofloral de viborera o chupamieles.
Un estudio posterior del 2017 con mieles de viborera de Castilla La Mancha (España), y publicado en el 2017, titulado Viper’s bugloss (Echium spp.) honey typing and establishing the pollen threshold for monofloral honey, realizado por Tomás Martín Arroyo, Amelia V. González-Porto y Carmen Bartolomé Esteban establece un mínimo de un 70% de polen de Echium vulgare.
¿Por qué el polen y el néctar de la viborera o chupamieles les resulta tan interesante a las abejas?
Es la estructura de la flor la responsable de lo rentable que resulta para las abejas. El néctar está protegido dentro de la flor, por lo que cuando hace calor se minimiza su evaporación y cuando llueve no se pierde, como ocurre con el néctar de otras flores.
La clave de esta flor está en el suministro constante de néctar.
Y lo que todavía es mejor para los insectos, es que el Echium vulgare produce néctar durante todo el día, a diferencia de la mayoría de las flores de otras plantas que producen néctar por un corto período de tiempo.
Si a los anterior sumamos que esta planta continúa floreciendo, aunque menos, durante los períodos de sequía, la convierte en algo especial para las abejas.
La concentración de azúcares en el néctar varía de 22.6 a 48.3% dependiendo de la calidad del suelo y no de la cantidad de lluvia.
Pero la historia no podía ser tan bonita…
El componente maldito de la miel de viborera, los alcaloides tóxicos
Unas sustancias con el nombre de alcaloides de pirrolizidina, son los responsables de todo el revuelo generado alrededor de esta miel. Fue a partir del año 2002 cuando surgió la preocupación por la presencia de estos compuestos en mieles procedentes del Echium vulgare.
Los expertos afirman que hasta un 3% de las plantas que vemos por el campo, producen estas sustancias alcaloides de forma natural para evitar ser ingeridas por los herbívoros.
En esta ocasión no ha sido necesario que los humanos contaminemos el entorno, cometamos fraude en la miel o realicemos modificaciones genéticas, para sembrar dudas sobre el consumo de esta miel de viborera o de su polen en grandes cantidades.
Según Klemow et al. (2011), la planta Echium vulgare contiene alcaloides de pirrolizidina que pueden causar daño hepático en el ganado y los seres humanos.
¿Se puede consumir miel de chupamieles o viborera?
En lo referente a la miel, a pesar de que los alcaloides en la miel de viborera son hepatóxicos, no por ello tenemos que dejar de consumir esta miel, ya que existe un efecto hepoprotector de los azúcares en miel.
Eso sí, el consumo del polen de viborera debe evitarse por los humanos, aunque para las abejas es perfecto.
Y por si acaso, debe ser totalmente evitada por mujeres embarazadas, lactantes y bebés o por personas con función hepática comprometida.
Según la EFSA, Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria,
Se puede consultar el estudio de EFSA en el siguiente enlace: https://efsa.onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.2903/j.efsa.2011.2406
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