Animales, signos, símbolos e imágenes del hombre fueron utilizadas para ilustrar las cuevas en las que buscaban refugio los hombres prehistóricos.
Y es que el ser humano pinta lo que cotidianamente observa a su alrededor. Al vivir de la caza, seguro que pensaban en ella, en los medios de conseguirla.
Y no descartemos que además tuvieran también estas pinturas algún fin mágico o religioso.
Por eso los animales gozan de un papel protagonista en el arte rupestre, y no sólo los mamíferos (gamo, elefante, mamut, camello), también pajarillos o peces.
La pregunta que nos surge de inmediato, ¿se aprovechaba el hombre de las abejas hace 7000 años?
¿Ya cazaba miel? ¿Se representó a los panales de abejas?
La cueva de la araña en Bicorp
En 1920 fueron descubiertas unas pequeñas cuevas o covachas en Bicorp (Valencia), donde se pudo documentar uno de los mejores ejemplo del arte levantino, que incluían a un recolector de miel en el nido de abejas, sosteniendo una bolsa para llevarse los panales.
En palabras del equipo que realizó el registro de todo lo descubierto:
«En la principal de las covachas pintadas, una pequeña y profunda cavidad o agujero de esta clase forma parte de la composición que representa la recolección de la miel por dos hombres que trepan por una escala de cuerdas, figurando el agujero la cavidad de la peña donde vive el enjambre».
Es de los lugares mejor documentados del arte rupestre, tanto por la presencia de grandes escenas bien preservadas, como por el abundante registro fotográfico realizado durante los años 20 del siglo XX.
Material utilizado por el hombre para hacer estas pinturas
Fueron minerales, hulla, goethita, limonita, lepidocrocita, oligisto o hematita.
Con ellos, y seguro que después de muchos intentos, el artista consigue un final más mucho más bello e interpretativo.
Otros ejemplo de arte prehistórico con abejas
Las abejas melíferas Apis acostumbraban a hacer sus nidos en los árboles huecos, en las grietas de las rocas y en los agujeros de la tierra.
Eva Crane, en su libro de la miel, nos informa de una pintura rupestre en Barranco Hondo, en Castellón, que muestra la recolección de la miel del nido de las abejas, que vuelan alrededor, y al que se llega por una escalera.
Las cinco figuras de la escalera, y el grupo de abajo parecen estar esperando para compartir la miel.
Seguro que alguno de vosotros conoce otros buenos ejemplos de abejas y miel en las pinturas de la prehistoria.
¿Os animáis a decírnoslo?
Bibliografía: el libro de la miel de Eva Crane
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