Una vez más la mitología griega utilizando a la miel y a las abejas para contar las historias de sus dioses y héroes.
Glauco, hijo de Minos y de Pasifae, se cayó en una tina llena de miel cuando jugaba con una pelota.
Mientras sus padres lo buscaban, consultaron a Apolo acerca del niño.
Éste les respondió: » Ha aparecido ante vosotros un prodigio y, quien lo resuelva, os devolverá al niño».
Por lo tanto, el padre, Minos, escuchada la respuesta del oráculo, comenzó a buscar el prodigio entre los suyos.
Le dijeron que había nacido un ternero que cambiaba de color tres veces al día cada cuatro horas: primero blanco, después pelirrojo, y más tarde negro.
Minos, por su parte, convocó a unos augures para que resolviesen tal prodigio, pero al no ser encontrados, Poliido de Bizancio, hijo de Cérano, lo desentrañó diciendo que ese ternero era semejante a un moral, que primero es blanco, después rojizo y, al llegar a su sazón, negro.
Entonces Mino le dijo: » De acuerdo con el oráculo de Apolo debes devolverme a mi hijo».
Poliido, mientras auguraba esto, vio que una lechuza posada sobre la despensa de vino ahuyentaba a las abejas. Interpretado el augurio, sacó de la tina de miel al niño sin vida.
Minos le dijo: «Ahora que has encontrado el cuerpo, restitúyele el espíritu». Al manifestar Poliido que él no podía lograrlo, Minos ordenó que fuera encerrado con el niño en un sepulcro y que se colocara allí una espada.
Habiendo sido encerrados, de repente una serpiente avanzó hacia el cuerpo del niño.
Pensando Poliido que ésta deseaba devorar al niño, la golpeó inmediatamente con la espada y la mató. Otra serpiente, buscando a su compañera, vio que aquélla estaba muerta, y avanzó llevando una hierba, a cuyo roce devolvió el espíritu a la serpiente.
Y lo mismo hizo Poliido.
Entonces ellos comenzaron a vociferar desde dentro, y uno que pasaba por allí se lo anunció a Minos, quien mandó abrir el sepulcro y recobró incólume a su hijo.
A Poliido lo envío de vuelta a su patria con muchos obsequios.
Es probable que el autor del libro donde se recoge este pasaje de la mitología griega, Gayo Julio Higinio (64 a.C-17 d.C) pudiera ser un autor hispano, quizás protegido por Augusto y responsable de la biblioteca Palatina.
A Higinio también se le atribuye la primera monografía latina sobre el origen mítico de las abejas, De apibus.
Para saber más:
– Fábulas de Higinio. Biblioteca clásica Gredos. Javier del Hoyo y José Miguel García Ruiz.
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