Desconocíamos quién dejaba sus arañazos en las paredes de madera de la colmena en un intento de alcanzar su interior, o que en los meses de invierno quitaba las piedras que colocábamos sobre la tapa y abría la colmena, dejándola sin abejas y sin miel.
Y preguntando a los mayores que conocen la fauna de la zona, la respuesta ha sido unánime: es la garduña.
Utiliza sus finas y fuertes uñas para intentar hacer un agujero en las paredes de madera o en los accesos a la colmena.
Del tamaño de un gato, se distingue por su babero blanco, sus patas cortas, siendo el macho más grande que la hembra, y pesando entre los 900 gramos y los 2300 gramos. El macho vive en solitario en su territorio, buscando a la hembra sólo para aparearse. Normalmente del parto nacen entre 2 y 3 crías.
¿De qué se alimenta la garduña?
Afirman los libros especializados que la garduña es uno de lo carnívoros ibéricos que más amplia dieta tiene, y es que come de todo, dependiendo de la época del año.
Se alimenta de mamíferos como conejos, ardillas, topos, musarañas, ratones de campo, ratas…sin olvidarse de las aves y de sus huevos, y si puede anfibios, reptiles, peces e insectos como los escarabajos, saltamontes, y….abejas. Parece inmune a los aguijones de las abejas cuando se alimenta de la miel de los panales.
También ingiere todo tipo de frutos como el endrino, majuelo, serbal de los cazadores, manzanas, higos, zarzamoras. Si no le queda otro remedio, come basura o carroña, o ataca a los gallineros o palomares.
Excrementos de la garduña.
Debido a la enorme variabilidad en su dieta, especialmente cuando ingiere alimentos de origen vegetal, puede tener diferentes formas, colores y consistencias. Con una alimentación no vegetal, sus excrementos miden unos 8 centímetros de largo y con forma de las letras griega alfa (α), beta ( β) y gamma ( γ). Defeca en sitios sobresalientes del terreno como encima de las piedras.
Otro visitante más del colmenar, que nos sirve para seguir pensando en el colmenar y sus abejas como una zona muy frecuentada.
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