¿Qué hace un escarabajo como el que aparece en este vídeo en la entrada de una colmena?
Cómo no, buscar alimento, más concretamente miel.
Fue la última tarde del mes de Mayo cuando asistimos a esta lucha en el colmenar.
Cetónias y abejas from Canal de los Mieladictos on Vimeo.
Y es que las abejas que le rodean lo tienen difícil, parece que sólo pueden intentan «incordiar» al coleóptero, ya que no pueden utilizar su aguijón contra la «coraza» del escarabajo.
Podemos calificar esta táctica de las abejas como la del «aburrimiento», se trata de ver quién tiene más paciencia, si las abejas o el escarabajo.
El escarabajo se defiende moviendo sus dos pequeñas patas delanteras, intentando «espantar» a las abejas.
Y para entender cómo el escarabajo se adhiere sin dificultad a la pared de madera de la colmena, decir que sus cuatro patas traseras están dotadas de unos pelos especiales para esta función.
Si triunfa el escarabajo, la Cetonia opaca que es negra o la Cetonia aurata, de color verde o cobrizo con tonos metálicos , se desplazará poco a poco hacia el interior, alimentándose a reventar de la miel-néctar.
Cuando el apicultor revisa la colmena, puede encontrarse a varios de ellos en la parte superior del panal. Estarán descansando después de atiborrarse de miel. Podemos retirarlos con la mano, hasta se pueden encontrar de 8 a 10 por colmena.
En el norte de África, con mayores temperaturas, su abundancia puede poner en peligro la recolección de miel. Para evitar el acceso del escarabajo, sólo se puede limitar las dimensiones de la piquera de entrada. Nos dicen que las trampas cazapolen son eficaces para mantenerlos también en el exterior.
A este ejemplar de la foto le sorprendimos ya dentro de la colmena. Retiramos los panales, y vimos cómo las abejas intentaban expulsarlo del interior. Al final, aburrido de verse rodeado de abejas, voló con su zumbido característico y se alejó. Probablemente vuelva a intentarlo en otro momento.
Aprendemos un poco más sobre estos visitantes de la colmena: son insectos coleópteros pentámeros (consta de cinco partes), con reflejos metálicos, que frecuentan las flores, donde encuentran néctar y polen.
De no encontrar flores, les gustan los brotes, hojas y capullos e incluso los pétalos de rosa.
Son especies aplanadas y pequeñas, lisas y peludas, que pueden presentar desde color negro, verde o cobre, con y sin brillo metálico. Los adultos son amantes del sol y les gustan los bosques, prados y jardines.
Sus larvas se desarrollan en el raíces podridas de herbáceas o bien en la madera vieja. Los adultos aparecen en la primavera hasta el mes de Julio.
Sus élitros, nombre que reciben cada una de sus dos alas anteriores, les permiten volar. Pueden tener diversos tamaños, los que nos ocupan en este artículo entre 20 mm de largo y 12 mm de ancho.
Para saber más: Guía del apicultor, de Jean Marie Philippe.
En el libro Cuidados del colmenar, de E. Bertrand, edición del año 1942, aparece escrito lo siguiente hablando de las cetonias:
En el Mediodía francés y en Argelia, durante el estío, un insecto del orden de los coleópteros, la Cetonia opaca, muy golosa de miel, se introduce en las colmenas cuyas piqueras no están barreadas y ocasiona desperfectos, de que se preservan por medio de tiras dentadas apropiadas. El insecto tiene 22 mm de longitud, 12 mm de anchura y 8 mm de grueso; al volar deja oír el mismo zumbido sonoro que la Cetonia dorada, muy esparcida en toda Europa, y se diferencia de ella por su color, que es negro con reflejos azulados.
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