Este es un homenaje a todas aquellas abejas anónimas que dieron su vida involuntariamente mientras rodaban una escena de cine y a las que indiscriminadamente se llamó “asesinas”. ¿Debe temer el hombre a las abejas? ¿O las abejas al hombre?
Casi todas las películas de abejas asesinas comparten una serie de ingredientes recurrentes: abejas especialmente agresivas, exóticas o transformadas genéticamente, que provocan el caos y la muerte en la población. Autoridades incrédulas ante la alerta de los científicos. La actitud heroica de alguno de los protagonistas, dispuesto a sacrificarse por el prójimo. Y efectos especiales muy precarios o excesivamente cutres.
Descubre las películas más catastrofistas y catastróficas sobre abejas de la historia del cine. Sólo unas pocas se salvan de la quema. Tampoco se salvan los traductores de títulos al castellano, que han resultado bastante poco originales, la verdad.
“Picadura mortal” (“The deadly bees”, 1966, Freddie Francis)
La primera película que hemos descubierto de este género es una cinta británica de bajo presupuesto y con penosos efectos especiales, pero medianamente digna. Está basada en la novela “Predilección por la miel” (“A taste for honey”) de Gerald Heard.
Una cantante de éxito sufre un colapso nervioso por estrés y decide viajar a una isla para descansar durante unos días. Allí, inconscientemente, acaba viéndose involucrada en los trabajos de investigación de un vecino de la isla, que está entrenando a sus abejas para matar. El apicultor se dedica a impregnar con un líquido la ropa de una persona y las abejas, atraídas y enfurecidas por el olor (llamado el “aroma del miedo”), atacan a la víctima hasta acabar con ella.
Podemos citar como curiosidad del guion, que el investigador reproduce una nota musical inaudible similar al sonido de la polilla esfinge calavera para amedrentar e “hipnotizar” a las abejas. ¿Quizás serviría como alternativa al uso de humo en los colmenares?
“La invasión de las abejas reina” (“Invasion of the bee girls”, 1973, Denis Sanders)
En esta película de serie B realmente las asesinas no eran las abejas, sino unas mujeres-abeja, un género animal nuevo a estudiar, sin duda.
Una doctora que está investigando a las abejas sufre una mutación debido a unas radiaciones y se transforma en una especie de mujer-abeja con un irrefrenable deseo sexual. En su laboratorio californiano, dicha doctora está creando un ejército con estas mujeres-abeja asesinas. Ello provoca que en el pueblo muchos hombres fallezcan tras mantener relaciones sexuales con ellas.
El tinte erótico del relato se intensifica en la metamorfosis de mujer a mujer-abeja, que es una escena de tipo lésbico subidita de tono.
Como curiosidad del guion, cuando las mujeres-abeja se aparean con los humanos, sus ojos humanos se transforman en ojos de insecto y se oye un ruido de fondo como de enjambre de abejas.
Hay que aclarar que en la película no aparecen hombres-zánganos.
“Abejas asesinas” (“Killer bees”, 1974, Curtis Harrington)
Esta película es muy corta y sin grandes pretensiones, pero el guion nos ha parecido que tiene un poco más de originalidad que la media. Eso sí, los efectos especiales de los enjambres persiguiendo a las víctimas son desastrosos.
Los protagonistas son una familia de viticultores que añaden a su vino un poco de miel en la fermentación, lo que le confiere un sabor muy especial. La miel procede de las abejas que viven en un desván de la finca, las cuales preparan su miel precisamente a partir de las uvas, en una hermosa simbiosis. La matriarca del clan (la gran actriz Gloria Swanson) mantiene una relación muy misteriosa con la colmena.
Es admirable la aparente tranquilidad con que ruedan las actrices Gloria Swanson y Kate Jackson con cientos de abejas sobre su cuerpo.
Nos ha resultado simpática la frase del guion “Sus abejas devoraron a alguien”. Creíamos que era quizás una mala traducción al castellano, pero no, porque alguien aclara después “No son carnívoras”.
“Abejas asesinas” (“The savage bees”, Bruce Geller, 1976)
En pleno carnaval en Nueva Orleans, un barco americano colisiona accidentalmente con un carguero brasileño a la deriva en el que viajan abejas.
En esta ocasión se descubre el origen de todos los problemas cuando se le hace la autopsia al perro del sheriff y se descubre que tiene el estómago lleno de abejas. Jeannie, la investigadora abejil de la película, enseguida se da cuenta de que se trata de abejas africanas y se pone en contacto con los expertos.
La productora tenía más medios que en otras cintas. Es excesivamente lenta, pero los ataques las abejas están bastante bien hechos para la época.
Como frase del guion nos quedamos con aquello de “hay que destruir el enjambre hasta la última abeja”. Eso es planear un exterminio y lo demás tonterías. Claro que si no acabas con todas las abejas te puede salir una secuela, como ocurrió con esta película.
Por lo demás, la película realza los valores de la buena abeja americana, trabajadora y polinizadora, en contraposición a la salvaje y destructiva abeja africana. Hasta en el mundo de las abejas hay racismo.
“Abejas asesinas” (“The swarm”, 1978, Irving Allen)
Como se puede apreciar, la década de los 70 fue muy prolífica en este tipo de cine. Quizás porque es cuando llegaron las primeras abejas africanizadas al mundo occidental y la población estaba inquieta.
Las abejas africanas atacan una base militar americana, acabando con muchos de sus trabajadores. Y allí se presenta un entomólogo que ha estado persiguiendo al enjambre. El enjambre es tan enorme que es capaz de hacer caer helicópteros y descarrilar trenes. Los picados por las abejas tienen alucinaciones con ellas.
Se busca hacer antídotos con apitoxina sin éxito, se les intenta prender fuego y al final se las atrae con un sonido similar al de la lucha entre reina vieja y nueva en la colmena, para finalmente bombardearlas.
Esta es sin duda la película más destacable en cuanto a presupuesto y resulta ser un claro ejemplo del cine americano de catástrofes. Está basada en una novela de Arthur Herzog. Los efectos especiales pueden parecer en ocasiones pobres, pero hay que tener presente en qué año fue rodada. El guion, clásico y previsible. Los actores, de primera talla. Y la música del afamado Jerry Goldsmith, muy apropiada.
Como frases del guion nos quedamos con “(Las abejas) pueden hacer algo que no logra la guerra bacteriológica o una bomba de neutrones” y “Hemos sido invadidos por una especie mucho más sangrienta que la especie humana”. Apocalíptico.
“Aguijón mortal, la invasion de las abejas” (“Terror out of the sky, the revenge of the savage bees”, 1978, Lee H.Katzin)
Y llegó la temida secuela de las abejas de Bruce Geller. Es lo que ocurre cuando se deja una abeja reina asesina sin exterminar. La protagonista, que lo pasó muy mal en la película anterior, tiene aterradoras pesadillas donde las abejas la tienen acorralada dentro de su coche. Sin embargo, la actriz ya no es la misma.
En el Centro Nacional de las Abejas una abeja reina africanizada ha debido infiltrarse en una de sus colmenas y ha creado una colonia de miles de abejas asesinas. Durante la película los protagonistas persiguen por el país abejas reina que han sido compradas por apicultores locales, antes de saber de su peligrosidad.
Normalmente las segundas partes no son mejores que sus predecesoras y lo mismo puede decirse de esta cinta.
Resulta un tanto enervante la manía que tienen casi todos los personajes de acercarse a las colmenas sin protección alguna. Sin embargo, cuando deciden quemar las colmenas afectadas, lo hacen por la noche, para que todas las abejas estén dentro, lo cual al menos es de sentido común.
Nos ha parecido simpático el sistema utilizado por el Centro Nacional de Abejas que, en caso de emergencia abejil, desprende automáticamente humo en todas las colmenas.
Abejas asesinas (“The bees”, Alfredo Zacarias, 1978)
En California las autoridades están desbordadas por unos enjambres gigantes de abejas sudamericanas que ni el ejército parece poder destruir. Las abejas se han rebelado contra los seres humanos porque están destruyendo su ecosistema natural. Y lo peor de todo, han mutado para convertirse en una especie extremadamente inteligente y amenazadora.
La única solución que se les ocurre a los científicos protagonistas es tratar genéticamente a los zánganos para convertirlos en homosexuales y así evitar su reproducción. Y, por supuesto, comunicarse con las abejas, ya que uno de los protagonistas es especialista en ello. Las abejas llevan sus demandas incluso a la sede de las Naciones Unidas.
Con estos detalles sobre la historia es para preocuparse por el estado mental del guionista. Realmente el cartel de la película ya da una idea de la calidad de la misma. En él aparece una abeja gigante que quiere devorar a una joven a punto de perder su bikini en la huida. Cualquier otro comentario sobra.
“Invasión” (“Deadly invasion, the killer bee nightmare”, 1995, S. Rockne O’Bannon)
Un salto de casi dos décadas para llegar a la siguiente película, que se rodó para la televisión. En este caso las abejas atacan una casa en el campo (y a sus habitantes, claro). El protagonista se encuentra con un empleado del departamento de Agricultura, que está colocando trampas para abejas en los árboles al lado de la carretera. Parece ser que hay una alerta en la zona por la llegada de unas peligrosas abejas africanizadas. Los apicultores locales no le dan mucha importancia al asunto, hasta que empieza a haber ataques mortales.
Otra insípida película sobre abejas. Realmente, este género atrae poco talento del mundo del celuloide.
“El enjambre del infierno” (“Hell swarm”, 2000, Tim Matheson)
En esta ocasión las abejas tienen poco protagonismo, pero el guion es un poco diferente al de las películas tradicionales. Unos alienígenas quieren invadir la tierra. Uno de sus planes para destruir a la humanidad consiste en inocular a millones de abejas una bacteria que las vuelve más agresivas y destructivas. Ellos utilizan un antídoto a base de una sal negra para volverse inmunes a sus picaduras. Mientras preparan su arma secreta se dedican a cruzarse con humanos para propagarse más rápidamente por la Tierra.
El día que eligen para liberar las abejas en masa es el 21 de marzo, el arranque de la primavera y lo llaman “el día de la liberación”.
En general, hay pocas escenas con abejas y, menos aún, escenas de ataques de abejas. La frase del alienígena jefe no deja lugar a dudas: “Las abejas serán la primera de mis plagas”. Pero la plaga no resulta ser tan infernal como anticipa el título de la cinta.
“Abejas asesinas” (“Flying virus”, 2001, Jeff Hare)
Una periodista americana se encuentra de lleno con una historia impactante. En la selva brasileña un científico ha estado experimentando con mutaciones de abejas para generar una apitoxina capaz de regenerar tejidos. Un codicioso médico lo descubre y decide robar un maletín repleto de abejas. Cuando los insectos empiezan a escapar durante un vuelo de regreso a EEUU, el caos está servido, ya que, junto a su aparente valor medicinal, el veneno de las abejas incorpora también un virus mortal.
Resulta sorprendente que con unas cortinillas y un poco de cinta aislante se pueda bloquear temporalmente el paso de unas abejas en un avión, nunca lo hubiésemos imaginado. Igual de sorprendente que llevarse un maletín lleno de kilos de abejas. Aunque esta película cuenta con algunos actores conocidos, en conjunto no aporta nada interesante al cine abejil.
Abejas asesinas (Killer bees, 2002, Penelope Buitenhuis)
En una pequeña población americana están llegando camiones llenos de colmenas para polinizar los campos. Entre dichas colmenas llega escondida una colonia de abejas africanas asesinas. El protagonista es un sheriff separado, traumatizado por la muerte de su padre por las abejas. Su hija está haciendo unas prácticas de las juventudes agrarias criando una colmena. La otra protagonista es una apicultora con esclerosis múltiple que se aplica apiterapia experimentalmente.
Y está a punto de celebrarse el festival de la miel el pueblo. Las autoridades no quieren dar la voz de alarma, para evitar que el festival se cancele. Y la situación se complica cuando en pleno festival aparece un enjambre gigante.
Al principio la película parece bien documentada, pero a medida que avanza se aprecia la baja calidad del guion. Cuando atacan, las abejas entran por todas partes, incluidos los desagües. Las desafortunadas víctimas del enjambre fallecen, pero nadie parece reparar en su ausencia. Y los ciudadanos acaban acorralados en un garaje que el enjambre decide convertir en su hogar. Muchos detalles que hacen que esta película tampoco nos quede para el recuerdo.
“El nido de la reina” (“Die Bienen: Tödliche Bedrohung”, Michael Karen, 2008)
Esta vez se trata de una película alemana para la televisión, ambientada en Mallorca (qué típico, alemanes veraneando en las islas españolas). En una lucha contrarreloj, la protagonista intenta buscar un antídoto para salvar la vida de su padre, que ha sido picado por una peligrosa abeja asesina. Le ayuda un guapo entomólogo que sospecha que las mismas son objeto de algún experimento científico. Mientras tanto, se van produciendo muertes por las picaduras del peligroso enjambre.
Otra película para echarse la siesta. Aquí, como agravante, hemos de decir que quien hizo el cartel no estuvo muy acertado porque incluyó avispas, no abejas. A ver si empezamos a documentarnos mejor sobre el tema, señores cineastas.
1313: Giant Killer Bees ( 2010, David DeCoteau)
Tras un error de Redwood, un estudiante, a la hora de realizar un experimento, unas abejas experimentan un crecimiento desorbitado. Estas abejas gigantes, al picar, transforman a los actores en zombies que se pasean por la casa en calzoncillos blancos y mordiendo a todo individuo que se les acerca, para transformarlo también en zombie.
Las abejas de la película ven a los humanos con visión hexagonal y en amarillo. Eso sí, salen más abejas en el cartel promocional, que en la propia película.
Se podría calificar como una cinta del género “gay horror”. Fue rodada en Puerto Rico, posiblemente en la mansión de un amigo, tan cutres son los escenarios, el sonido, etc. Se abusa innecesariamente de la música para crear tensión, consiguiendo a menudo el efecto contrario.
Nos ha resultado imposible encontrar nada positivo en esta cinta, es la más mediocre de todas las que hemos visto. Te pasas el rato deseando que las abejas acaben ya con los personajes, para que finalice la historia.
Es una pena acabar este homenaje con una película tan nefasta. Nos gustaría poder decir que algún gran cineasta nos ha deleitado con una obra maestra de este tipo de cine. Pero nosotros no hemos sabido encontrarla.
De momento os dejamos aquí un montaje con un resumen de algunos momentos memorables que hemos encontrado en estas cintas. Que sirva de homenaje.
Alma Cristina Gómez Henao.
Me encanta el tema, soy docente y estoy realizando un proyecto sobre las abejas con niñas de transición. también escribo cuentos de abejas.
Alberto
Hola Alma, nos encanta que te haya gustado.
Gabriel Rojas Vera
Hola, estaba buscando una película sobre abejas asesinas que vi en los años 90 cuando era chico. Trataba sobre una familia estadounidense que se mudaba de una ciudad a un pueblo. Una adolescente que renegaba del traslado, debe enfrentar ser la nueva del pueblo, sin embargo hay una invasión de abejas y es la odiada adolescente quien salva a parte del pueblo ganando el respeto. Sé que tal vez no está porque no la conocen pero he intentado buscarla desesperadamente y no la he podido encontrar
Alberto
hola Gabriel, de momento no lo sabemos, pero dejamos tu comentario por si alguien nos puede ayudar. Gracias