A veces nos sentimos «cazadores de abejas». Cuando estamos de viaje o dando un paseo por la ciudad, leyendo un cómic, en una librería o navegando por Internet, intentamos que no se nos escape ninguna imagen de abeja, ningún «ejemplar que pueda ser interesante».
Luego lo analizamos bien en la pantalla del ordenador, contamos las patas que tiene, confirmamos o no que se parece más a una avispa que a una abeja, y también nos planteamos el porqué de su utilización en ciertos ámbitos o contextos.
- Abejas de autor. Hay abejas anónimas, de las cuáles no sabemos su origen, y otras con apellido, con sus padres y madres creativos respaldando su existencia por este mundo.
- Morfología de la abeja. De una manera rápida, decir que la abeja tiene 4 alas membranosas, 3 pares de patas y cada parte del cuerpo está cubierta de pelos. Las tres partes del cuerpo: cabeza, tórax y abdomen. Difícil es encontrar alguna imagen con estos requisitos.ABEJA: Insecto himenóptero, de unos quince milímetros de largo, de color pardo negruzco y con vello rojizo.
- ¿Dónde hemos encontrado a estas abejas ? Escuelas para niños, área de pediatría en hospitales, tiendas de alimentación, portadas de libros, tatuajes, en logos de museos apícolas o empresas del sector apícola.
- ¿Cuál es el sitio más raro donde las hemos encontrado? En un trapo de cocina, en la cara de una moneda. en la insignia de un escuadrón de helicópteros del ejército de Estados Unidos o en la puerta de madera de una pastelería. Nos quedamos con su presencia en el abecedario de Tailandia, donde se aprende a leer este signo con la imagen de la abeja.
- ¿Por qué a veces es tan difícil distinguir una abeja de una avispa en estas imágenes? Pues porque en muchos casos se tiende a asignar los colores amarillo y negro de las avispas a las abejas. Un tanto por ciento muy alto de la población no distingue a la abeja de la avispa reales.
- Abejas populares y otras no tanto. Sin duda, la abeja Maya es la top-abeja. Y le siguen muy de lejos todas las demás.
Después de tantas imágenes con abejas, uno puede perderse, y ya ni siquiera distinguir el «original». Por eso queremos finalizar este artículo con una foto de una abeja y de una avispa de las de verdad.
Dejamos nuestros comentarios abiertos para los que gusten de opinar sobre la imagen de abejas que más les gusta.
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