Rafael Pombo (Bogotá 1833-1912), fue poeta, cuentista, diplomático, traductor, periodista y muchos otros oficios, y especialmente recordado a través de sus fábulas y cuentos infantiles.
Nombrado «Poeta Nacional de Colombia» y «Gloria de las letras Colombianas».
Con 10 años comienza a disfrutar escribiendo poesías y aprende latín en el seminario. Se graduó en la escuela militar.
Con 22 años se desplaza a Nueva York como diplomático de su país, permaneciendo allí durante 17 años, durante los cuales tuvo una prolífica actividad literaria, escribiendo entre otros su libro » Fábulas y verdades».
De las 200 fábulas incluidas en su libro de fábulas, más de un tercio son originales, aire fresco que es digno de ser destacado, acostumbrados durante siglos a las variaciones sobre las fábulas del griego Esopo.
“Todo sano principio debe inculcarse desde la niñez, cuando el corazón es dúctil, para que se imprima de una manera indeleble”. (Rafael Pombo).
Aquí os dejamos cuatro «perlas» de Rafael Pombo, y como siempre, con miel y abejas.
La Paloma y la Abeja
Viendo que estaba ahogándose
una abejita,
una paloma tierna
se precipita…
Y en una rosa
que le lleva en el pico
sálvala airosa.
Poco después la abeja
vio que en la loma
un cazador apúntale
a la paloma…
Vuela; en la mano
pícale atroz,
y el tiro
tuércese en vano…
El Hombre y la Abeja
Preguntó al hombre una abeja:
¿Quién es más útil que yo?
Lo es la oveja,
El hombre le respondió.
¿Por qué?
Su vellón me abriga
no puedo existir sin él.
Mas tú, amiga,
sólo agradas con tu miel.
La Abeja sensata
No te emponzoñas, oh abeja,
chupando de flor en flor?
-¡Ah! no: mi boca bermeja
absorbe el néctar, y deja
el tósigo estragador.
Tan sólo miel saca el bueno
do el malo, sólo veneno.
La miel y el vinagre
(Discurso de un niño en unos certámenes)
Pasaron ya los tiempos en que, dicen,
salían los alumnos de la escuela
como los presos de la odiosa cárcel
una vez terminada su condena,
haciéndole la cruz al edificio
y ansiando todos la ocasión primera
de darle a su maestro alguna tunda
por mil que de sus manos recibieran.
Parece que el cariño y los modales
eran entonces pésimo sistema,
y que nadie sin cáscara de toro
curaba de ignorancia su mollera.
El público y los padres de familia
juzgarán por los actos que presencian
si ha sabido cumplir este instituto
en cuanto a la enseñanza sus promesas;
pero a nosotros declarar nos toca
lo que en estas preguntas y respuestas
el público no ve, y es de qué modo
nos enseñan lo que aquí aparezca;
pues dicen que en la sala y con visitas
el tigre más feroz es mansa oveja,
y adentro, y solamente los de casa,
sus embestidas y arañazos prueban.
He aquí el objeto, damas y señores,
de que un discurso a pronunciar me atreva,
y es expresar la gratitud que todos,
si en el bien debe haber correspondencia,
debemos al amor, a la exquisita
bondad, consagración y gentileza
con que, día por día, hora por hora,
el Director querido de esta escuela
ha sabido probar a sus alumnos
que no sólo con sangre entra la letra,
que hacerse aborrecer no es necesario
para que los discípulos aprendan,
y que, para ganar los corazones,
una gota de miel es más certera
que un barril de vinagre, como há siglos
el bendito Evangelio nos lo enseña.
mariana
meparecenen muy chebres las fabulas son lindas e interesantes
Alberto
Hola Mariana, nos alegra que te gustaran las fábulas de Rafael Pombo. A nosotros también. Gracias por comentar.
adriana
que hermosa composión. Solo hoy que he aprendido el valor de las abejas todo tiene sentido. gracias por compartir tanta hermosura.
Alberto
Hola Adriana, gracias a tí