¿Sabíais que las abejas tienen un capítulo exclusivo en el Corán?, nos espetó nuestro amigo Ahmed.
Y como desconocíamos su presencia, nos pusimos a leer las líneas dedicadas a estos insectos en el libro sagrado de los musulmanes, donde se recoge la palabra de Dios revelada a su enviado Mahoma.
Respecto a las abejas, en el 16º Sura ( cada una de las lecciones o capítulos en que se divide el Corán):
– Versículo 68. Tu Señor ha inspirado a las abejas: «Estableced habitación en las montañas, en los árboles y en las construcciones humanas (¿edificios? ¿colmenas?).
– Versículo 69. Comed de todos los frutos y caminad dócilmente por los caminos de vuestro Señor. De su abdomen sale un líquido de diferentes clases (colores), que contiene un remedio para los hombres. Ciertamente, hay en ello un signo para gente que reflexiona.
Muchas interpretaciones han surgido de lo anterior.
A nosotros nos ha llamado la atención que «el líquido que sale de su abdomen», se asocie mayoritariamente a la miel.
¿No podría ser su veneno, la apitoxina, ya que del abdomen no sale la miel?
En cualquier caso, se considera a la miel un jarabe placentero, un remedio para ciertas enfermedades.
También ha sido destacado por los autores, que el Corán se refiera a las abejas como hembras y no como machos, algo que hasta muchos siglos después no fue confirmado.
En cuanto a la miel, es mencionada con frecuencia en el Corán como un alimento saludable.
Mahoma comentó en el libro sagrado que «la miel es un remedio para cada enfermedad, y el Corán es un remedio para todas las enfermedades de la mente; por lo tanto recomiendo ambos remedios, el Corán y la miel».
Y en los hadices, que son aquellas narraciones o relatos referidos al profeta Mahoma, directa e indirectamente, y que no pertenecen al Corán, sobre lo que este dijo, enseñó, recomendó, ordenó o prohibió, también tiene interesantes referencias a la miel, como en el hadiz que viene a continuación.
El Profeta habló de la curación que proporciona la miel en una pequeña variedad de enfermedades, entre ellas los trastornos gastrointestinales, de los que cuenta en un hadiz narrado por Abu Said Al-judri: Un hombre vino al Profeta y le dijo, “Mi hermano tiene un malestar abdominal”. El Profeta le dijo “Que beba miel”. El hombre regresó por segunda vez y el Profeta le dijo de nuevo “Que beba miel”. Volvió por tercera vez y el Profeta le dijo “Que beba miel”. Regresó una vez más y le dijo “Ya he hecho esto”. Entonces el Profeta respondió, “Dios ha dicho la verdad, pero la barriga de tu hermano miente. Que beba miel”. Así pues le hizo beber miel y se curó.”
Nos ha resultado muy interesante conocer la percepción que allá por el siglo VII tenían de las abejas y su miel los seguidores de esta religión.
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