Después de ser aprendiz de joyero en la corte de la reina María Antonieta y tras sobrevivir a la revolución francesa de 1789, el francés Marie-Étienne Nitot fue nombrado joyero oficial de Napoleón. Fue él el encargado de materializar la pompa del emperador diseñando piezas importantes como la corona de Napoleón y el mango de su espada ceremonial.
En 1780, durante la etapa prerevolucionaria, Nitot funda Chaumet, la célebre casa francesa de joyas, relojes y bisutería, para atender a su clientela aristocrática; aunque en aquel entonces la empresa no se fundó con este nombre. La familia Nitot abandona el negocio en 1815, tras la caída de Napoleón, y lo deja en manos de su jefe de taller, Jean-Baptiste Fossin.
Tras la revolución francesa del 1848, Fossin busca nuevas oportunidades en el extranjero y se asocia a Jean-Valentin Morel, con el que funda un taller en Londres, el cual tendrá como cliente de prestigio a la mismísima Reina Victoria.
En 1885, Joseph Chaumet se casa con Marie Morel, heredera de la empresa, y asume la gestión del negocio. En 1907 se instalan sus talleres en la plaza Vendôme de Paris, donde han permanecido hasta la actualidad.
En 1991, dos hermanos Chaumet son acusados de fraude y la empresa se va a la bancarrota, siendo comprada por un fondo de inversiones. Hoy en día, Chaumet pertenece al grupo LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy), que es líder mundial en artículos de lujo.
La abeja, al igual que fue el emblema de Napoleón, también lo es de la casa Chaumet. A lo largo de los años, Chaumet ha utilizado la abeja para representar de forma poética el amor.
El ejemplo más evidente de esta inspiración es la colección “Bee my love” (“Sé mi amor”, juego de palabras donde “be” es el verbo ser y “bee” es abeja). Como dice la publicidad de Chaumet, “esta colección ofrece un reino a la abeja: alveolos donde la miel se convierte en oro y diamantes”.
Desde lo más sencillo, hasta lo más barroco, se diseñaron sortijas de compromiso y todo tipo de joyas, incluida una tiara, para regalarse entre enamorados… ¿Para magnates de la apicultura, tal vez? Quizás la sortija más sencilla sea medianamente asequible (unos 700 €), pero las piezas más complejas acumulan muchos ceros. Hay que tener en cuenta no sólo el coste de los materiales nobles utilizados, sino el trabajo artesanal que conllevan. Realizar una tiara, por ejemplo, supone unas 600 horas de trabajo…
La colección “Attrape-moi… si tu m’aimes” (“Atrápame… si me amas/si te gusto”) se dedicó a la araña y a su juego de seducción con la abeja. Nuevamente el naturalismo, y las abejas, inspiraban la colección. Tuvo tanto éxito que en 2010, Chaumet decidió enriquecer la colección inicial con nuevos diseños.
Para completar este vínculo con este preciado insecto, Chaumet se ha comprometido a la protección de las abejas a través de un acuerdo con la asociación “Terre d’abeilles”. Mediante esta operación, llamada “Salva las abejas”, Chaumet contribuye con cada abeja-joya de la colección “Attrape-moi… si tu m’aimes” a mejorar el medioambiente de las abejas y a colaborar en la campaña para conseguir que la abeja negra sea protegida por parte de la UNESCO.
https://www.youtube.com/watch?v=ioCoNdGUyCE&list=PL270A0901235203A3
https://www.youtube.com/watch?v=7TF1BzSz0fk&list=PL62FE99BEEE997D8E&index=15
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