La dependencia del hombre de la abejas, no solo está relacionada con la polinización, también con la ayuda que nos prestan en muchas de las enfermedades humanas.
Por eso ha sido un placer preguntar a Adela Pérez por su visión de lo que es la apiterapia y su relación con las abejas.
Un apiterapeuta, ¿debe amar a las abejas?
Un apiterapeuta ama las abejas, siempre. Si no las ama no puede dedicarse a ello, pues exige dedicación y sacrificio. Si te gustan las abejas, eso se convierte en placer y hobby. Y si no te gustan, pues no duras mucho en ello.
¿Cómo comenzó tu relación con las abejas?
Mi relación con las abejas comenzó de niña visitando al vecino de una tía mía en un pueblo de Cartagena. Ese señor tenía colmenas. Luego lo olvidé durante unos años. Y ya de adulta retomé mi interés por ellas por motivos de salud familiares. Para entonces yo ya había ido a la Universidad, donde estudié Anatomía, Fisiología, etc…
Frecuentemente asociamos la apiterapia con el veneno de abejas o apitoxina. ¿Es esto verdad?
La apitoxina o veneno de abeja es una sustancia contenida en el aguijón de las abejas. Pero las abejas son mucho más que apitoxina. Eso nunca debemos olvidarlo.
Son polen, miel, cera, própolis, jalea real, larvas, salud, música, trabajo en silencio, laboriosidad, perfección, alegría, trabajo, música, sociabilidad, coexistencia, justicia, saber estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, aprendizaje continuo, observación, reflexión, autonomía, libertad, reproducción, sabiduría, humildad, templanza, orden, limpieza, rigurosidad, equidad, equilibrio, defensa, suma de esfuerzos, trabajo en equipo, silencio, sol, aire puro, mundo, disciplina bien entendida, rigor, utilidad, y muchos otros conceptos que siempre suman y aportan, pero nunca restan.
Una auténtica maravilla. Sin desperdicio.
La formación depende de la regulación de cada país. En España está poco regulado.
Eso permite un cierto libre albedrío.
Pero yo considero básico asociar conocimientos de Anatomía, Fisiología, Bioquímica, terminología médica y científica, prevención y control de posibles contingencias y otras disciplinas, poniéndolos en relación con la apitoxina.
Es lo que yo hice y hago.
Hay que saber interpretar normalmente qué nos dice el médico y sus chequeos. Además, el paciente requiere respuestas y explicaciones para que sepá exactamente cuál es su problema.
Hay que darle respuestas asequibles. A veces los nombres de su problema les asustan.
Pero cuando les explicas qué pasa en su interior y te aseguras de que lo entiendan bien, lo agradecen mucho. La experiencia también es fundamental para evitar sorpresas indeseables.
La actualización de conocimientos es imprescindible. Hay quien acude a congresos o simposiums. Hoy día es bastante asequible con Internet. Y hay quien se actualiza estudiando cada caso de cada paciente exhaustivamente como yo hago.
¿Cuáles son los casos más frecuentes que llegan a una consulta de apiterapia?
Lo más común son casos de dolor de todo tipo, sobre todo lumbar, cervical, en rodillas, hombros, caderas, ciática, neuralgias, artritis, artrosis, fibromialgia, y fatiga crónica. Pero también son comunes los casos de desintoxicaciones, enfermedades autoinmunes, insomnio, alergia, EPOC, asma, bronquitis, psoriasis, acné, dermatitis, depresión, demencias, Alzheimer, Parkinson, heridas, accidentes de tráfico, lesiones deportivas, ginecológicos, impotencia, problemas de fertilidad, y un largo etc.
Para distinguir un buen profesional de uno que no lo es, yo valoraría los siguientes factores:
Que sepa explicarnos exhaustivamente qué nos pasa. Con pelos y señales. Poniendo nombre a esto y a aquello, explicándole al paciente cómo funciona su cuerpo.
El paciente debe «visualizar» su interior y su problema con esa explicación. Y debe tener total libertad para preguntar en cualquier momento. Sin miedo.
El apiterapeuta ha de saber responderle todas sus dudas, preguntas, y cualquier cuestión.
Que el apiterapeuta tenga años de experiencia.
Que sepa explicarle al paciente cómo será su terapia a lo largo del tiempo.
Qué notará, y que el apiterapeuta esté atento a los detalles de cómo transcurre la terapia.
Que le ofrezca un cierto avance, aunque sea despacito. Pero logrando, aunque de inicio sea sólo parcialmente en algunos casos.
¿Qué personas son la referencia actual a nivel internacional en apiterapia? ¿Se sabe quién fue el pionero?
La apiterapia está más difundida en unos países que en otros.<
Eso da lugar a que en algunos países la propia Seguridad Social la incluya en su cuadro de especialidades, mientras que en otros ocurre lo contrario: se obvia.
En Europa, el Dr. S. Stangaciu es un gran referente con un magnífico y brillante currículum.
En el cono sur americano, el Dr. H. Aguirre es otro gran profesional.
Y ya está muy bien aceptada en Chile, Argentina, Arabia Saudí, México, USA, Canadá, Suiza, Alemania, Francia, Portugal, Gran Bretaña, Corea, China, y muchos otros países.
En España el primero que se dedicó a la apiterapia fue el Sr. Pérez en Madrid.
Yo fuí la primera en Cataluña, hace ya más de una década.
¿En qué países se investiga actualmente en este campo?
El campo de la apiterapia está ya muy estudiado. Se analizaron los numerosos componentes de la apitoxina, el polen, diferentes mieles, própolis, etc.
Todo eso está investigado desde hace ya bastantes años.
En 1945 se realizó una investigación en la extinta URSS. Sus resultados se tradujeron a nuestro idioma en 1966. Hace décadas se decía que las abejas curaban, pero se desconocía el porqué. Ese mecanismo ya está más que estudiado, demostrado, y claro.
¿En qué casos no funciona la apiterapia?
La apiterapia no es que no funcione en tal o cual caso, sino que debemos evitarla en casos concretos como embarazo, y algunas patologías concretas.
¿Dónde se han conseguido los resultados más esperanzadores?
Se han conseguido resultados espectaculares en los campos de la Traumatología, Neurología, Psiquiatría, Nutrición, Digestivo, Hematología, Biología Molecular, Microbiología, Bacteriología, Dermatología, Inmunología, Virología, Periodoncia, Podología, Proctología, Ginecología, Medicina Interna, Reproducción, Neumología, Pulmón y Corazón, Toxicología, Hepatología, Nefrología, y en cualquier ámbito de la salud humana y animal. En todos ellos, absolutamente, aunque suene difícil de creer. Luego, hay que valorar cada caso en concreto, claro.
Niños, mujeres embarazadas, personas mayores, alérgicos al polen o la veneno de abeja, ¿en algún caso se desaconseja la apiterapia?
La apiterapia está muy aconsejada en casos de alergia al polen. Yo misma era alérgica, y ya no lo soy. Y se desaconseja en casos de embarazo, enfermedad de Addison, y alguna otra.
Hay que valorar también posibles interacciones con algunos fármacos.
No se debe aplicar apiterapia ingiriendo medicinas de la familia de los betabloqueantes.
¿Qué opina la medicina convencional y el sector farmacéutico de las terapias con las abejas? ¿Se reconoce a la Apiterapia oficialmente?
Bueno, la apiterapia demuestra una alta eficacia. Y sin dañar. Eso hace que a algunos sectores de la industria farmacéutica no les guste demasiado. Pero yo misma tengo pacientes farmacéuticos, del sector de la medicina, y sus familiares.
Cuando uno necesita eficiencia, no importa si su padre es médico: simplemente se buscan soluciones.Tampoco se trata de establecer guerras absurdas. Se trata de colaborar entre todos los sectores, para aportar calidad de vida al paciente. Eso es lo único importante. A veces también colaboro con algunos médicos si me lo requieren.
Al fin y al cabo, la apiterapia está más valorada cada día. Incluso Camilla Parker- Bowls y Kate Middleton practican la apiterapia y la recomiendan. Y ellas sí gozan de información más que privilegiada, ¿no? Pues dicho queda.
Respecto a si se reconoce la apiterapia oficialmente, depende del país generalmente. En España no demasiado aún, pero tampoco nos lo prohíben, pues no hay absolutamente nada dañino en ello. ¿Habrá algo más sano, natural, y purificante que una saludable picadura de abeja?
Pues sólo eso, podría llegar a cerrar plantas enteras de hospitales por falta de pacientes.
¿Cómo ves el futuro de las abejas, acabarán cansadas de los humanos y de su sociedad?
El futuro de las abejas depende de nosotros, los humanos. Cada vez las valoramos más. Pero curiosamente, cada vez las agredimos más con nuestro modo de vida.
Ellas no soportan las antenas de telefonía, pesticidas, microondas, halógenos, fluorescentes, ruidos, detergentes, plásticos, contaminación electromagnética o atmosférica, o en nuestras aguas o campos, y siempre rechazan cualquier sustancia química dentro y fuera de nuestro cuerpo. Saben lo muchísimo que nos dañan.
A cambio, ellas adoran el campo, el sol, las flores, los árboles, los frutos, las aguas puras, los cielos azules límpidos e infinitos, y la libertad. Esa misma libertad que algunas personas no encuentran ni viajando.
La enfermedad siempre nos resta libertad, y eso exactamente es lo mejor que las abejas nos aportan: libertad.
Sólo quien es totalmente libre, está totalmente sano. Ahora, cada uno puede valorar su grado de libertad. Eso le revelará su grado de salud. Directamente.
Agradecemos a Adela su tiempo y colaboración.
Javi
Hola!!! Me interesaria ponerme en contacto con apiterapeutas en Cataluña. Gracias.
Alberto
En nuestra entrevista con Adela tienes su dirección de página web.
claudio perez
Qué bueno es que hay personas que se preocupan por salud de las demas yo tambien soy amante de las abejas que son una bendicion de jehova el unico dios verdadero un saludo desde el peru no seria posible aprender por linea la apiterapia soy naturopata gracias por rpt
Alberto
Hola Claudio, veo que nos une la pasión por las abejas. No conozco cursos de apiterapia por línea, pero preguntando a otros apiterapeutas seguro que hay algo.
Saludos
Javier Sanchez Priego
Buenos días Adela, me gustaría saber de algún curso de apiterapia en Barcelona o Catalunya. Estoy buscando y no encuentro nada solo en país Vasco.
gracias
Alberto
Hola Javier,
te aconsejo contactes por teléfono con Adela. Su página web no funciona. Saludos