Los titulares periodísticos lo dejan claro, las abejas no son bien recibidas en algunas parcelas del deporte.
Basta leer algunos de ellos: «Una abeja aterroriza a Venus William y Kimiko Date en el US-Open 2014″, » Un enjambre de abejas invade el estadio de baseball», «Tremendo picotazo de abeja a ciclista Chechu Rubiera» o «Un enjambre de abejas ataca a jugadores de fútbol en pleno partido».
- Abejas en el fútbol. Un enjambre de abejas detiene diez minutos el partido México-El Salvador del año 2009. Cuando el portero del conjunto salvadoreño, a los dos minutos de partido, comprobó que un enjambre se estaba posando en su portería, corrió hacia el arbitro para que detuviera el partido. Lamentablemente las abejas fueron exterminadas con un extintor.
- Abejas en el tenis. US Open 2014. En el partido que disputaban la tenista japonesa Kimiko Date y la estadounidense Venus Williams, una abeja quiso hacerse la protagonista, y con éxito. El partido se detuvo, todos los canales de noticias tuvieron algo que contar y la tenista no tuvo ningún picotazo. Tampoco queda claro por las imágenes si era una avispa o una abeja.
- Abejas en el ciclismo. Vuelta a Polonia. Un ciclista español Chechu Rubiera, se «encontró» con una abeja y el resultado se puede ver en la foto de su cara. El mayor riesgo en este caso es que el hinchazón puede impedir la visión durante unas horas, mientras baja la inflamación. Un riesgo más al que están expuestos los ciclistas. ¿Les veremos algún día llevar una malla anti-insectos?
- Abejas en el golf. En este caso fueron las avispas y no las abejas las responsable de la noticia. El golfista Pablo LarrazabaI disputaba uno de las pruebas del campeonato de golf en Malasia cuando unas avispas enfadadas la tomaron con él, no quedándole otro remedio que sumergirse en un lago cercano para intentar librarse de ellas. Sufrió al menos 20 picotazos. ¿Quizás alguna bola de golf perdida enfadó o las avipas?
- Abejas en el baseball. Según los periódicos locales, el partido de baseball en el campo de Salt River (USA) se retrasó 41 minutos, cuando un enjambre de abejas apareció en el medio del campo de juego. Los jugadores espantados se retiraron del terreno de juego. Hubo algo de miedo entre los deportistas ante este rival inesperado.
Y para los que nos gustan las abejas, para compensar tan negativa visión de los titulares, pensaremos que el deporte sí tiene su «hueco» para las abejas. Sólo hay que ver la cantidad de equipos de todos los deportes que se hacen llamar «las abejas».
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