Erasmus, Rembrandt, Westerpark… Bonitos nombres para unos parques urbanos donde la convivencia y la vida al aire libre, cuando hace buen tiempo, es un placer para los habitantes de Amsterdam. Personas jugando a la pelota, otras haciendo su barbacoa con carbón vegetal y algunas visitando y cuidando las colmenas…
La impresión que nos hemos llevado de la apicultura urbana en Amsterdam es que hay muchas personas y colectivos poniendo su granito de arena, con el objetivo de tener colmenas en el interior de la ciudad. Por eso no nos extrañó ver abejas de la miel en el céntrico mercado de las flores o libando néctar de lavanda en la puerta del Gran hotel Krasnapolsky de la plaza Dam, en pleno centro.
Esta es nuestra visión de la apicultura urbana en Amsterdam.
– Colmenas en el parque de Erasmus.
Por iniciativa de apicultores locales, se ha formado esta isla con colmenas.
Desde el 2014 en la esquina noroeste del parque. En sus jornadas de puertas abiertas, además de hablar de cosechas y abejas, recomiendan a sus vecinos las mejores flores que pueden plantar en sus casas para ayudar a las abejas.
Otros consejos, como no podar el aligustre antes de que comience la floración o no quitar la hiedra que crece en los pequeños árboles. ya que su floración ayudará a las abejas en una época difícil. Iniciativas de personas para personas, así nos gusta denominarlo.
–Palacio de las abejas.
Nos alegra saber también que el proyecto de micromecenazgo para colocar un edicio de madera para albergar las colmenas en el parque Westerpark, ha conseguido con pequeños y grandes donativos sus 16 000€.
Este edificio de madera servirá para proteger a las colmenas y organizar cursos de apicultura. De nuevo, una iniciativa de las personas…
– Cursos de apicultura urbana en Amsterdam, comenzaron en la primavera del 2013, extendiéndose luego a otras ciudades de los Países Bajos. Por 75€ un curso de introducción de un día y por 250€ el curso completo de 10 días. Una de las iniciativas detrás de estos cursos es I love beeing, que mediante su página web y su publicidad en las botellas de una famosa marca de zumos del país, comunicaron a la sociedad la necesidad de hacer algo por las abejas.
– Huertos escolares con colmenas.
El que conocemos se encuentra junto al parque Rembrandt, y se llama Jan P. van Stijn Blijde. Además del huerto, tiene unas colmenas para educar y enseñar a todos los niños y jóvenes las interacciones de las abejas con los cultivos de la huerta.
Las abejas también aprovechan las floraciones de este parque para completar las reservas de su colmena.
Leemos que todos los años hay unas jornadas de puertas abiertas donde se cuenta con la presencia del apicultor.
–Apoyo de la monarquía a las abejas
No podemos dejar fuera esta noticia, por lo que representa que los reyes de un país, se impliquen con las abejas.
Se han donado 3 colmenas a los reyes de los Países Bajos, una para el palacio Noordeinde, en el centro de la Haya, y la otras dos colmenas para la finca real De Horsten en Wassernaar.
Las colmenas sobre las que el rey Willem-Alexander pasó la mano sin ninguna protección, son de tipo Buckfast, conocidas por su docilidad.
Pero todavía se puede ir más allá, dos colmenas ocupan desde el 2014 los jardines del Ministerio de Economía. Esto ya va en serio.
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