Finales de verano, primeras semanas del otoño. Durante esta época del año, una de las pocas fuentes de néctar y polen disponibles de forma continua para las abejas es la flor de la hiedra (Hedera helix).
Los libros y los apicultores con experiencia cuentan que es muy poco habitual la recolección de esta miel por las abejas, ya que sólo se da en grandes cantidades si las condiciones meteorológicas favorecen una mielada intensa y prolongada en zonas de abundancia de esta planta.
Miel de hiedra, ivy honey en inglés, Efeu-honig en alemán y miel de lierre en francés son los nombres por los que se conoce a esta miel tan especial.
En este artículo de Mieladictos
Área de recolección de la miel de hiedra
Europa, norte de África y Asia, siempre en lugares sombríos y húmedos a orillas de ríos y en laderas de bosques.
La hiedra es una planta trepadora que se adhiere a las paredes o troncos de los árboles, subiendo por ellas en busca de la luz.
A la hiedra la denominó Linneo Hedera helix, porque va trepando gracias al zarcillo, ese tallo del que se sirve para sujetarse a la superficie y que tiene forma de espiral.
Hélix en latín significa espiral, objeto en forma de espiral.
Los tallos trepadores no reproductivos poseen unas raicillas capaces de adherirse a cualquier soporte.
Sólo las hiedras adultas, con más de 10 años producen flores, siempre y cuando logren ascender por un árbol, pared o acantilado.
El fruto es una baya negra del tamaño de un guisante con 2-5 semillas y es venenoso para los humanos.
Maravilla saber que algunos ejemplares de hiedra pueden vivir 400 años.
Importancia ecológica de la hiedra
Recientes estudios destacan el interés de la hiedra para un gran número de insectos.
Sólo hace falta acercarse a una hiedra en flor un día de otoño soleado para sorprenderse por la gran cantidad de insectos que atrae.
En el caso de la abejas, su abundancia en entornos urbanos y rurales, permite a la abejas disminuir a comienzos del otoño la distancia que deben recorrer para alcanzar sus fuentes de polen y néctar.
La importancia de este hecho aumenta las posibilidades de supervivencia de la colmena durante el invierno.
Aunque se ha considerado a la hiedra como una «peste» en los jardines, y de causar graves daños a edificios y árboles, también aporta beneficios, como su contribución al aislamiento térmico de los edificios y a reducir la contaminación en áreas urbanas.
Estudios realizados por las universidades sobre la hiedra
En un reciente estudio de la universidad inglesa de Sussex, que analiza la relación abejas-insectos polinizadores- flor de hiedra, destacamos los siguientes resultados:
- el néctar de la yedra es accesible a insectos con lengua larga (abejas y mariposas) y lengua corta (moscas y avispas).
- el 80% de las abejas pecoreando en la hiedra recogen néctar y no polen.
- el polen de hiedra es de buena calidad.
- las flores de la hiedra son también visitadas por mariposas, abejorros, moscas, avispas, tanto en zonas urbanas como rurales.
- los frutos de la hiedra son fuente de alimentación para pájaros y albergue para sus nidos.
Descripción sensorial de la miel de hiedra o yedra
Color de la miel de hiedra: ámbar oscuro. Marrón oscuro cuando la miel cristaliza.
Aromas de la miel de hiedra en nariz: poco perfumada. En boca, «muy especial», desprende cierto amargor. No gusta a todo el mundo.
Hemos leído todo tipos de comentarios: fuerte, pero no desagradable. Sabe a rayos. Sabor terroso. Nos recomiendan oler las flores para poder hacernos una idea del sabor de esta miel.
Cristalización: muy rápida, a menudo en un grano muy fino. De no extraerse rápido por el apicultor, esta miel puede cristalizar incluso dentro de los cuadros.
Como regla general, los apicultores prefieren dejar la miel de hiedra a disposición de las colonias. Esta mielada es excelente para asegurar la perennidad de las abejas y reforzar las reservas de invierno necesarias para la supervivencia de la colmena.
Cómo adquirir o comprar la miel de hiedra
Pocos apicultores incluyen esta miel en su oferta, por la poca regularidad que presenta su cosecha, siendo excepcional e inesperada.
Se suele pedir un buen precio por esta miel, motivado por la poca oferta que hay.
Si se desea adquirir, intentarlo vía internet o preguntando a los apicultores locales, al menos hasta que encontremos algún apicultor para recomendar.
Para saber más:
– Tratado de apicultura. Ediciones Omega. Henri Clément.
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