Actualización Julio 2017. Aunque ya no podemos encontrar la web de esta maravillosa iniciativa creemos que merece la pena destacar este tipo de empresas.
Bee Honey no es sólo una empresa con una cuidada presencia en Internet, un diseño por encima de la media o unas mieles excepcionales procedentes de México y Guatemala. Lo que les hace diferentes, es su objetivo: «Mejorar notablemente las condiciones de vida de comunidades y personas en situación de pobreza a través del comercio justo de la miel».
Contactamos y solicitamos a Jorge Rovira, uno de los artífices de Bee Honey, que nos diera soporte para difundir su proyecto.
-Bee Honey se apoya en organizaciones con amplia experiencia en proyectos de desarrollo rural basados en la apicultura. En estos proyectos es donde adquieren su miel, ofreciendo un canal comercial alternativo y generando recursos para que afronten futuros proyectos a partir de la apicultura. Bee honey es una empresa sin ánimo de lucro. Queda muy claro, quieren tener beneficios y cuanto mayores sean mejor, pero para poder seguir reinvirtiendo en más proyectos.
-No se olvidan del entorno cercano. TEB, organización de inserción social para personas con discapacidad psíquica en Barcelona, gestiona las tareas de logística y manipulación. Y Shalom, otra organización que trabaja en la inserción de personas con discapacidad psíquica, elabora los kits de cata.
– Las mieles de Bee Honey son producidas por pequeños apicultores, como estos apicultores de Guatemala que nos han contado algo de su vida, las colmenas que tienen…
- Ambrosio está casado y tiene 5 hijos, de los cuales 2 ya han terminado la educación secundaria, aunque se encuentran sin trabajo. Los otros 3 hijos siguen estudiando. Vive en Huijlina, en una casa de bloques y madera sin agua corriente ni electricidad, aunque sí cuentan con agua y electricidad en la aldea. En una parcela de una hectárea en la que cultiva maíz y frijoles tiene también una pequeña parcela de café. La apicultura le ayuda a complementar sus ingresos. Dispone de un total de 18 colmenas cerca de su casa, que maneja de noche cuando la abejas se encuentran más tranquilas. Le ayudan su esposa y sus hijos. Produce cerca de media tonelada de miel al año.
- Camilo está casado y tiene 4 hijos. Vive en San Antonio Huista, próximo a Jacaltenango. Su casa es de bloques y techo de zinc y dispone de electricidad y agua corriente. En su aldea cuenta con un puesto médico, escuela primaria y un teléfono público.Tiene dos parcelas que totalizan unas dos hectáreas, en las que siembra maíz, frijoles y algunas hortalizas. También cuenta con un pequeño cafetal. La mitad de la producción es para consumo propio. La apicultura le proporciona un ingreso extra complementario a su actividad agrícola.Forma parte de una cooperativa apícola, en Jacaltenango, adonde se desplaza caminando (unas dos horas) o en autobús, ya que no tiene coche ni bicicleta. Cuando tiene que llevar la miel contrata el servicio de transporte de una camioneta.
Camilo aprendió a ser apicultor con su tío. Es miembro de la cooperativa desde hace años. Inició su actividad apícola en 1983 y ha ido ampliando su cabaña hasta un total de 90 colmenas distribuidas en 3 apiarios. Uno de los apiarios está ubicado en una parcela alquilada. Actualmente, construye él mismo sus propias colmenas y también para otros apicultores que se lo solicitan. Su familia no participa en esta actividad y para la cosecha de la miel contrata a otro apicultor o bien se organiza con otros apicultores de la cooperativa para trabajar en equipo y apoyarse mutuamente. Cuenta con un extractor de miel propio, lo que le facilita la labor.
- Antonio vive en Yinchewex, en el municipio de Jacaltenango, Guatemala. Vive con su esposa y tiene 6 hijos, el menor de los cuales tiene 14 años. A pesar de ser analfabeto, todos sus hijos han podido estudiar. Habla la lengua indígena de la zona, el Popti o Jacalteco, y apenas algo de español. Sus hijas le ayudan con los cálculos de la producción agrícola y apícola. Vive en una casa de bloques y madera, que dispone de agua y luz, y en su aldea disponen de un puesto médico, escuela primaria y un teléfono público. Dispone de una hectárea de tierra, donde cultiva maíz, frijoles y un pequeño cafetal. La actividad apícola le proporciona un ingreso extra muy necesario. Antonio forma parte de una cooperativa apícola desde 1989. Siempre ha querido ejercer su actividad formando parte de una organización colectiva y sigue fiel a esa idea. Cuenta con dos apiarios, uno junto a su casa y el otro a unos 4 km de distancia, que suman un total de cerca de 80 colmenas. Su esposa y sus hijos le ayudan en el cuidado de las colmenas.
Las mieles con las que trabajan estos tres hombres nos resultan desconocidas en nuestro país y un tanto exóticas:
Miel de hule. Esta miel procede de la costa pacífica de Guatemala, es cosechada entre marzo y abril en zonas llanas y a una altitud entre 40 y 500 metros. Se trata de una miel muy particular que no se produce a partir del néctar de las flores, sino de secreciones naturales – mielatos-recogidas por las abejas en la base de las hojas del árbol Hevea brasiliensis, uno de los mejores árboles productores de hule.
La miel de hule es generalmente de color ámbar claro a ámbar y tiene un ligero olor afrutado y, a veces, a madera. Su sabor es dulce y ligeramente amargo con aromas de frutas.
50 000 hectáreas plantadas con Hevea brasiliensis tienen capacidad para producir hule en Guatemala. Una vez acabada la vida útil del árbol en cuanto a la extracción de hule o caucho se dedicará para madera. Ofrece una producción regular a lo largo del año y fija una mano de obra en su trabajo diario. La apicultura convive en perfecta simbiosis con estas otras actividades en las plantaciones.
Miel de Laurel. Miel producida a partir del néctar de las abundantes flores del árbol del laurel. Este árbol se encuentra de forma natural en el bosque, aunque suele emplearse también como seto natural para limitar parcelas agrícolas. Procede de la costa pacífica de Guatemala y se cosecha en los meses de febrero y marzo. Se trata de un tipo de miel inexistente en Europa. De color ámbar claro a ámbar, presenta aromas cálidos, afrutados y, a veces, ligeramente a madera. De gusto dulce y ligeramente amargo.
Para saber más de estos tipos de mieles Bee honey dispone de más información y tienda en Internet, o indicación de dónde se pueden adquirir: Bee honey.
Nosotros ya estamos esperando que nos deleiten con mieles africanas, y deseamos que sea pronto.
Gracias por descubrirnos esta iniciativa. Probaremos su miel.
Seguro que merece la pena. Gracias por comentar
Tu comentario sobre la miel africana desperto mi curiosidad, asi que busque en la web y vI que ya estaba en la tienda on line, es miel de Miombo…. Nunca había probado una miel de África, y es realmente especial. Me encanto. Gracias.
Hola Esther. Nos alegramos mucho que sirviera para descubrir esta miel tan especial. Gracias por comentárnoslo.