No podíamos ser menos, y no hablar estos días de Escocia, y de lo que más nos gusta, las abejas.
Dentro de un proyecto más amplio denominado «Abeja de la Miel» (Honey bee project), el edificio del parlamento escocés en Edimburgo acoge desde la primavera del 2014 dos colmenas.
Se han elegido a las abejas Buckfast (cuyo nombre proviene de la abadía inglesa cuyos monjes se dedicaron a su cría y selección), que tienen como principales características su falta de agresividad y la alta producción de miel .
El proyecto no tendrá coste para el parlamento, ya que las abejas serán cuidadas y gestionadas por la asociación de vecinos del Valle de Kelvin, preocupados por el dramático descenso de la población de abejas y su influencia en las cosechas, en la flora- fauna local y en las labores de polinización.
Para evitar la enjambrazón, los apicultores de la asociación se encargan de revisar las colmenas cada 5 días durante los meses de primavera y verano.
El alarmante descenso del número de colmenas y apicultores en Escocia durante los últimos años, se debe a un conjunto de causas: el ácaro varroa, que debilita las colmenas, unos veranos muy lluviosos que no permiten trabajar a las abejas, la destrucción-degradación del entorno de pecoreo y el uso de pesticidas que disminuyen el crecimiento de la colonia y debilitan su capacidad de luchar contra enfermedades e infecciones.
Además de estar esperando la primera cosecha de miel, los miembros del parlamento escocés se enorgullecen en ser la primera asamblea legislativa del Reino Unido en «apadrinar» estas colmenas y así demostrar su apoyo a la biodiversidad , llevando a las abejas a donde se «hacen» las leyes.
Algunos trabajadores del parlamento han expresado su interés en ser formados como apicultores. La miel que se espera recoger será vendida en la tienda del parlamento y empleada en los desayunos con cereales en la cafetería del parlamento.
Para acabar, una imagen de los fotógrafos y periodistas que cubrieron la noticia en el parlamento escocés. Se nota que las abejas eran pacíficas, de no ser así la falta de guantes y buzos pudiera haber hecho estragos. Nos alegramos que todo saliera bien y las únicas protagonistas fueran las abejas.
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