La preguntita se las trae. Debido a la imposibilidad de mostrar alguna prueba contundente, nos limitaremos a exponer en este artículo los argumentos a favor y en contra.
Vidriera mostrando el arca de Noé. St. Etienne du Mont. París
–A favor de que las abejas estuvieran en el arca de Noé
«Produzca la tierra ánima viviente en su género, bestias y reptiles y animales de la tierra según su especie». Con esta frase del Génesis, capítulo I, se da la autorización a la existencia de las abejas y de todo ser vivo por parte de Dios durante los 7 primeros días de la creación.
Más tarde, hubo que salvarlas del diluvio, ya que Dios envió la lluvia, al estar todo corrompido. Suponemos que Noé, hombre que fue hallado justo entre los hombres, incluyó las abejas en el arca, cuya construcción fue ordenada por Dios.
La primera obligación de la humanidad durante el diluvio, por mandato divino, fue la de preservar la biodiversidad, la de garantizar que ni una sola especie dejara de existir. Más pruebas a favor.
Otra buena pista nos la dió la vidriera de la iglesia de St. Etienne du Mont de París. Se intuye una pequeña colmena-ventana en la parte superior, siguiendo el mandato reflejado en el libro del Génesis «una ventana harás en la parte superior, de un codo de alto». ¡Perfecto para alojar una colmena y permitir que las abejas entren y salgan de la colmena!
–En contra de que las abejas estuvieran en el Arca de Noé.
«Tomarás pues contigo de todo aquello que se pueda comer y lo llevarás contigo».
Cierto es que las abejas no son un animal de carne, y que hace falta más de una pareja de macho y hembra para formar un colmenar, pero con una reina, unos cientos de zánganos y unos miles de abejas obreras, creemos que se pudo salvar la situación.
No entrarían las abejas dentro de la clasificación de animales inmundos (dos machos y dos hembras) ni de los animales limpios (siete machos, siete hembras), que debían llevarse en el arca.
Y debido a la imposibilidad de conocer la duración del diluvio, la colmena del arca tuvo que acumular muchas reservas de miel y polen con anterioridad a embarcarse para sobrevivir durante ese periodo, pues de lo contrario, debido a la ausencia de flores por estar todo cubierto por el agua, el polen y néctar necesario para alimentar a las abejas existentes y criar a las nuevas no hubiera estado disponible.
¿Y qué hubiera pasado dentro del arca de Noé, si los abejarucos o los osos hubieran descubierto a las abejas y a sus panales de miel? Lo dejamos abierto a la imaginación de cada uno.
Entrada animales arca de Noé. Taller de Bassano. Las abejas en el arca de Noé
Qué bueno! En mi opinión, humilde e ignorante del tema, tenía que haber abejas en el arca. Sí me apuras, como el tiempo no debía ser muy apacible con eso del diluvio, hasta metieron una colmena y ni rechistar hasta que se calmó la cosa.
Saludos
Muchas gracias por comentar. También nosotros creemos que Noé no se quiso privar de la miel de las abejas.