A Napoleón Buonaparte, ó Bonaparte, cuando decidió eliminar la u para reafirmar su origen francés, le gustaba pasear por el jardin des Plantes de París con su amigo Junot .
Y es en este jardín, donde en un rinconcito, se puede admirar esta escultura, que muestra a una abeja junto a una colmena.
¿Quién sabe si fue advertida por Napoleón durante sus paseos?
La abeja y Napoleón. Blog de los Mieladictos
En este artículo de Mieladictos
Historia de Napoleón y su abeja
Una vez decidido su nombramiento como emperador, una comisión debía elegir el emblema imperial: una opción era el gallo, por tener la misma raíz que galo, otra el león, por vencer al leopardo inglés, pero acabaron inclinándose por el águila de una cabeza.
Cuando le presentan a Napoleón un boceto en el que se representa a un león en reposo, Napoleón tacha enérgicamente el dibujo y escribe en el margen: «un águila con las alas desplegadas«.
Su fidelidad a los símbolos clásicos ilustra con precisión cuáles eran sus pensamientos.
Fue en ese momento cuando Napoleón reclamó un emblema personal, «algo con arraigo en el pasado» para poder construir el futuro, que no tuviera ninguna relación con los reyes Capetos, que pudiera identificarlo con la monarquía francesa que reinó en Francia desde 987.
Tuvo suerte. En 1653 se había descubierto en Tournai (Bélgica) el sepulcro de Childerico I, rey de los francos y muerto en el año 481.
Aunque parcialmente saqueado, se encontró una serie de abejas de metal, que pudieron haber pertenecido al atuendo de la reina junto a la que estaba enterrado.
Así que Napoleón lo tuvo fácil, le gustó lo de la abeja y fue adoptada como símbolo personal.
¿Le influyó en su decisión la disciplina existente en la colmena, que era lo que exigía a su ejército?
El símbolo de la abeja unido a Napoleón
En la sala del trono de las Tullerías, había abejas en la alfombra.
A las ciudades que deseaba distinguir, Napoleón les permitía incorporar tres abejas en su blasón. Bremen y Maguncia fueron ejemplos de ello.
En la campaña de Rusia, cada regimiento de las tropas napoleónicas iba precedido de un estandarte, con un águila de bronce y debajo una bandera que en el dorso llevaba las batallas en las que había participado dichos regimiento, y el satén adornado con abejas de oro de unos 3 centímetros de longitud.
Y cuando fue deportado a la isla de Elba (región de la Toscana italiana), con el título de Emperador y soberano de la isla, concibió una bandera tomando la antigua de los Medicis, una diagonal roja sobre fondo de plata, y agregándolas tres abejas doradas y rojas.
El 2 de Diciembre de 1804, día de la investidura como Emperador, Napoleón vestía en Notre Dame sobre sus hombros una corta capa púrpura revestida con armiño ruso y con abejas de oro.
Según el libro «El filósofo y la abeja», el estilista encargado del símbolo de la abeja fue el escritor y dibujante Vivant Denon, compañero de armas de Napoleón en la campaña de Egipto, que se convirtió en una especie de ministro de cultura.
Retrato del emperador Napoleón I
Al proclamarse emperador en 1804, retratos como éste, salidos del estudio de François Pascal Simon (1770-1837), fueron distribuidos a diferentes puntos del Imperio.
Tanto el manto de armiño, como el cetro que sostiene Napoleón I son símbolos de su poder.
Y acercándose uno al cuadro, como no, las abejas, el emblema personal del emperador, en la alfombra y en la zona de su vestimenta.
Y la historia de Francia con las abejas continúa hoy en día, sólo hay que ver a todas las abejas de la casa Guerlain.
Bibliografía para saber más sobre Napoleón y la abeja
El alma de Napoleón de Leon Bloy.
Napoleón Bonaparte de Vincent Cronin.
El filósofo y la abeja de Pierre-Henri Tavoillot y François Tavoillot.
Interesante,los animales siempre han creado devoción hasta a los mismos emperadores pero aún hoy en día se les sigue matando.
Gracias por comentar. Así es, como dices.