Sorprende ver tanto colorido en los tarros de miel de la imagen. Hay truco, son mieles infusionadas o saborizadas…
¿Qué es una miel infusionada o saborizada?
Llamamos miel infusionada al resultado que se obtiene cuando se introducen frutas, semillas o hierbas aromáticas en miel, con el objetivo de extraer alguna sustancia de ellas y así poder transferir su aromas y sabores a la miel.
Lo más habitual es después de un tiempo filtrar la miel, para evitar que ésta adquieras sabores indeseados.
Otra opción es utilizar bolsas de té o estopillas con nuestro preparado en su interior para evitar la operación de filtrar.
Entre 5 y 10 días suele ser el tiempo que se aconseja para su elaboración.
¿Para qué sirve una miel infusionada?
Para aderezar comidas, endulzar un té, añadir a tu yogur o al helado, para utilizar esas aromáticas del jardín que ya no sabes qué hacer con ellas, como ingrediente de una buena ensalada, acompañando al queso, simplemente para disfrutar de nuevos sabores, como regalos para personas especiales o para sorprender en casa…
Desde mieladictos te animamos a crear una miel infusionada única, y también a que nos lo cuentes en comentarios.
¿Qué puedo mezclar con la miel?
La variedad es amplia, elige alguna de las propuestas siguientes: especias, flores, frutas y sus cáscaras. Vainilla, naranja, té verde, romero, ralladura de limón, salvia, pimienta, menta, jengibre, pimienta de Cayena, manzanilla, hinojo, canela, ajo , lavanda, menta, manzanilla, tomillo, granos de café tostado, frambuesas, fresas…
Cualquier combinación entre ellas está permitida, siempre que el sabor no retraiga de su consumo. Se recomienda que hierbas y frutas estén secas.
¿Qué tipo de miel debo elegir?
Preferiblemente una miel de flores o acacia, de origen local, con un sabor suave que nos permita apreciar los matices de la infusión.
Existen mieles fuertes en sabor que no nos dejarían degustar los resultados.
Diferencias entre una miel infusionada y una de origen floral
Tomemos como ejemplo el romero o la lavanda.
Una cosa es una miel monofloral de romero o monofloral de lavanda, con su sabor y contenido en polen, donde sólo las abejas han realizado el trabajo y otra muy distinta es una miel infusionada con romero. Nada que ver.
Preparando una miel de flores infusionada con guindilla picante
Nuestra primera miel infusionada va a ser a lo grande, con un par de guindillas picantes, que limpiaremos, secaremos para que no aporten humedad, y pondremos dentro de un tarro de 500 gramos de miel de flores durante 2 días. A más tiempo, probablemente más picante. Nos servirá para acompañar quesos.
Si con ello no conseguimos asustar a los amigos y familiares, puede ser el comienzo de una brillante carrera.
Precauciones a la hora de preparar mieles infusionadas
Algunos se preguntarán si es seguro desde el punto de vista alimentario el preparar tus propias infusiones en casa.
La respuesta es que sí, tomando una serie de precauciones básicas.
Si vamos a utilizar hierbas aromáticas, mejor desecadas y limpias, sin restos de tierra u otros insectos. El secado evita que el agua agregada altere el cr´ítico porcentaje agua y azúcar, que podría provocar que la miel fermentara.
Los tarros de cristal donde hacer la miel infusionada bien limpios, y luego guardar en un lugar seco, oscuro y con la tapa bien cerrada, asegurando su conservación.
Al igual que la miel sola, se recomienda no se consuma por menores de 12 meses, por la espora del botulismo.
Sólo te queda ponerte manos a la obra…¿Ya has pensado de qué vas a hacer la miel saborizada?