Paseaba con la familia por un parque urbano, contemplando lo bonito de la primavera, con esos dientes de león de un color amarillo tan estupendo y lamentándome, que aunque la temperatura era buena, entre 18ºC y 20ºC, no se veía más que algún abejorro de vez en cuando. La sorpresa llegó cuando al acercarnos a una zona cubierta…