Esfinge de la muerte, esfinge de la calavera, mariposa cabeza de muerto. ¡Vaya nombres para un lepidóptero! Pero el motivo de estar incluido en esta sección es que este insecto se vuelve loco por la miel y el néctar.
Su acceso al interior de las colmenas era más fácil antes, cuando las abejas habitaban en troncos huecos de árboles o vaciados por los hombres, que contaban con amplias entradas.
Con las colmenas actuales es poco frecuente encontrarla en el interior, ya que es demasiado grande para entrar.
Los libros afirmaban que su forma adulta provocaba estragos en la colmena, no sólo por su gran tamaño (puede medir con las alas abierta entre 9 a 12 cm), sino por el nerviosismo que originaba su presencia en la «casa» de las abejas de la miel, Apis mellifera.
¿Qué más sabemos de ella?
Cuando es larva se puede observar durante el día en las huertas. Al parecer le gustan las hojas de las plantas de patata, las hojas de zanahoria y de berenjena, aunque no conocemos que cause gran perjuicio a los agricultores. Sin embargo, los tratamientos en los cultivos sí han disminuido su población.
Es una gran viajera. Sabemos que se reproduce tanto en el norte de África como en el sur de la península ibérica, emigrando desde aquí a toda Europa, llegando algunas hasta Suecia para regresar a zonas cálidas en el invierno. Abunda más en los años de más calor.
La miel de la abeja es el alimento más energético que encuentra para «cargar las pilas» durante su dura migración. Capta el olor de la miel, y con su trompa corta y gruesa puede succionar el néctar de los alveolos de los panales. Se acerca a las colmenas al crepúsculo, aprovechando la claridad que hay desde que raya el día hasta que sale el Sol, y desde que este se pone hasta que es de noche.
Y si no encontrara a las abejas y sus colmenas con néctar y miel, no le queda otra que libar flores.
Se dice que es el único lepidóptero capaz de emitir un grito audible por el ser humano.
¿Cómo penetra la esfinge calavera en la colmena sin ser detectada por las abejas?
Hemos encontrado tres teorías para explicarlo, así que te proponemos varias soluciones a la pregunta anterior, como si fuera un concurso.
– Respuesta A. Utiliza alguna feromona que la hace irreconocible, imitando el olor de las abejas.
– Respuesta B. Con el sonido que emite, similar al de la abeja reina, logra tranquilizar a las abejas cuando penetra en la colmena.
– Respuesta C. El grosor de su piel la protege de las picaduras de las abejas así como una cierta resistencia al veneno de abeja.
Nos ha costado averiguarlo, pero nos quedamos con la A y la C.
Y si el grosor de su piel le falla, y el olor no es tan parecido al de las abejas, será picada , y acabaremos viendo sus restos cerca de la piquera, o propolizada en el interior. Así es la vida en el colmenar.