Después de atrevernos en un artículo anterior con el color miel, ahora le tocaba el turno a la tonalidad «polen de abeja«. No nos resulta fácil explicarlo. Sólo hace falta observar la tabla inferior y la foto al comienzo del artículo para ver que no existe un sólo polen, sino muchos.
A pesar de lo anterior, la imaginación de los creadores de «colores» no tiene límite: desde un sencillo amarillo polen hasta un color polen verde menta. No nos parece que sea muy intuitivo.
- ¿Por qué el polen de abeja tiene diferentes colores?
La selección natural ha dotado al polen de cada especie de un color, adaptado a sus insectos polinizadores, para que les resulte más atractivo o puedan diferenciarlo fácilmente.
Es por lo anterior, por lo que existen diferentes tonalidades del polen dependiendo del origen floral.
Al visitar las flores las abejas recolectoras toman el polen de los estambres, lo apelmazan con miel o néctar que han tomado antes de salir de la colmena y lo colocan en las cestillas de polen que poseen en sus patas traseras.
Las bolitas de polen son transportadas a la colmena, alcanzando un peso cada bolita de 5 a 10 miligramos.
Acabamos recordando el dicho, «la abeja no llega a flor marchita».
Aplicado al polen, la abeja sólo visitará aquellas flores que le proporcionen un polen abundante y de la mejor calidad proteínica posible.