El universo de las colmenas urbanas, sigue inspirando a muchos artistas y especialistas en la materia, dando como resultado diseños cada vez más sorprendentes. Continuamos con nuestra investigación en la materia.
Colmena City Hive
La colmena City Hive (colmena de ciudad) se asemeja más a un barril que a una “casa de abejas”, pero cubre las funcionalidades que se esperan habitualmente en estos casos. Con el objetivo de promover la apicultura urbana y la concienciación sobre los desequilibrios medioambientales que estamos provocando y tanto afectan a las abejas, este prototipo ha sido creado por los diseñadores de la empresa canadiense NDC (National Design Collective). El desarrollo del proyecto se realizó con un apicultor de la zona llamado Sherry, aunque en el diseño también participó formalmente la Asociación de Apicultores del Distrito de Toronto (Canadá).
Los diseñadores se inspiraron en los depósitos de agua que hay en los tejados de muchos edificios de la zona, para que las colmenas pasen desapercibidas en el perfil de la ciudad.
La base del diseño es la tradicional colmena Langstroth. El exterior de la colmena está cubierto con madera de cedro, combada mediante el uso de vapor, para darle la forma redondeada. El patrón hexagonal de madera se aplicó para conseguir un efecto aislante. La madera de cedro refleja la luz del sol en verano y permite que la escasa luz del sol en invierno entre por las grietas. En teoría si las abejas invierten menos esfuerzos en mantener la temperatura de la colmena, pueden acumular más miel.
Colmenas Sky Hive y Sky Hive Solar
La colmena Sky Hive (colmena del cielo) es un ejemplo más de cómo colocar colmenas en espacios urbanos comunes, como parques y zonas de ocio, sin que interaccionen directamente con los ciudadanos.
En esta ocasión ha sido la ciudad de Maastricht (Países Bajos) la que ha apostado por este proyecto en su parque Sphinxpark. Este concepto fue llevado a cabo por el colectivo Bee Collective, un grupo de cooperación entre apicultores y diseñadores inspirados por la apicultura urbana. La colmena se puede elevar a una altura de unos 7 metros mediante una manivela y así queda lejos que los paseantes que puedan asustarse por la presencia de abejas, así como protegida contra posibles actos vandálicos. Su color amarillo chillón y la bandera abejil que la acompaña persigue incitar a la curiosidad.
Un grupo de apicultores del grupo “Bee Collective” revisa el estado de la colonia semanalmente e imparte formaciones al público interesado en la materia.
Pero Bee Collective no se ha quedado ahí, sino que ha decidido evolucionar hacia la Sky Hive Solar, la versión solar de su prototipo inicial, que se presentó en la Semana del Diseño de Milán 2015. En este caso la energía eléctrica necesaria para subir y bajar la colmena se consigue con unos pequeños paneles solares colocados en la parte superior.
La primera colmena solar de este tipo fue instalada en el centro de la ciudad belga de Hasselt cerca del Real Ateneo.
Colmena Apiarium
La colmena Apiarium (Apiario) está construida en cemento y es obra de Bettina Madita Böhm, la cual recibió por este trabajo el premio Compasso d’Oro de la Asociación Italiana de Diseño Industrial en 2014.
En su tesis en la universidad italiana de Bolzano se planteó el objetivo de desarrollar una propuesta apícola en el contexto urbano. Su idea consiste en colocar colmenas en zonas urbanas poco transitadas y animar a los ayuntamientos a que promuevan los cursos de apicultura entre los ciudadanos. Cada ciudadano formado de este modo recibiría del ayuntamiento el derecho a cuidar una de dichas colmenas públicas. Sin duda, una bonita iniciativa que podrían estudiar nuestros dirigentes municipales.
Colmena UBH
El nombre de esta colmena no es muy original, ya que simplemente es el acrónimo en inglés de colmena urbana (Urban Bee Hive), pero su diseño es un tanto sorprendente.
De su autor, el australiano Jonathon Swan, y del diseño como tal no hemos encontrado mucha información, pero sabemos que pretendía sensibilizar sobre la necesidad de incrementar las colonias de abejas en las áreas urbanas. Esta colmena hexagonal está pensada para ser colgada en la pared de una terraza o balcón. La tapa está cerrada con una llave, al estilo de un buzón de cartas. Las abejas pueden entrar y salir a través de unos agujeros en la parte inferior en forma de hexágono, que también tienen función decorativa.
En la parte posterior tiene una luz, para que por la noche tenga también la función de lámpara. Esta funcionalidad adicional no sabemos si les gustará mucho a las abejitas.
Colmena urbana de Arthur Gosk
Esta colmena sin nombre fue diseñada por Arthur Gosk como tributo a Peter Szacki, un importante etnógrafo polaco que, en su labor museística, dedicó importantes esfuerzos a estudiar la artesanía, el folklore y actividades tradicionales polacas como la apicultura.
Con su trabajo Arthur denuncia desde Polonia el problema de la desaparición de las abejas. El proyecto, que utiliza materiales naturales en su construcción, se inspira en la colmena tradicional pero le da un toque minimalista.
Un diseño sencillo, pero valiente.
Colmena Bee Home
La colmena Bee Home (Hogar de abejas) desde lejos podría simular la piel de una jirafa. Su diseñador austriaco Raphael Klaffenböck pensó en una colmena para los apicultores aficionados que quisiesen practicar su hobby en los limitados espacios urbanos. Su propuesta ganó el premio internacional de diseño James Dyson en 2014.
En opinión de Raphael la profesión de apicultor está desapareciendo por el elevado tiempo y recursos económicos que requiere esta actividad. Con su proyecto intenta reducir ambos factores para animar al público a practicar la apicultura como hobby.
La carcasa exterior de la colmena está fabricada en un plástico reforzado con fibras naturales, que protege a la colonia de las inclemencias del tiempo. El aire existente entre el cilindro interior (donde se alojan los panales) y la carcasa permite mejorar el aislamiento de la colmena y reducir las variaciones de temperatura de la misma. Cuando la temperatura sube mucho, dispone de un sensor que activa un sistema de ventilación asistida.
La frenética actividad de la colmena puede verse desde el exterior, pero el cristal del cilindro tiene un filtro rojo para que la luz no moleste excesivamente a las abejas. Las abejas no distinguen el color rojo, por tanto para ellas es como si estuviesen en el interior de una colmena tradicional.
Mediante una app en nuestro Smartphone podemos recibir información sobre el funcionamiento de la colonia. Para que las radiaciones del aparato emisor de estos datos no afecten a las abejas, el habitáculo está diseñado para simular el efecto Faraday. Aunque también se puede adquirir la colmena sin este sistema de seguimiento.
Alta tecnología y diseño al servicio de la apicultura, sin duda.
Colmena Bee-to-be
El nombre de esta colmena juega con las palabras bee (abeja) y be (ser), que se pronuncian de forma similar en inglés. El autor, el francés Bruno Houssin, en colaboración con Les Ateliers Ouverts, creó dos modelos de colmena urbana, con un afán pedagógico.
La colmena “doméstica” está realizada en madera de un árbol llamado “falsa acacia”, que tiene propiedades similares a la teka. Al ser una madera muy resistente, no precisa tratamiento. En la versión pedagógica de la colmena, uno de los laterales de la colmena tendría un panel transparente, para poder ver el interior.
La colmena “silvestre”, que simula una colmena o un avispero campestre, no precisaría de cuidados de ningún apicultor y se puede colgar de un árbol o de un poste, como mobiliario urbano de un parque, por ejemplo.
Este proyecto se presentó en 2010 en los jardines de las Tullerías, junto al Museo del Louvre, en pleno centro de la capital francesa.
Como veis, las colmenas son un elemento inspirador para muchos creativos. ¿Ya habéis elegido vuestra favorita?